Donostia – Rubén Múgica, hijo del histórico dirigente del PSE Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1996, lamentó la “tolerancia” hacia el “blanqueamiento” de los “herederos” de la banda terrorista y Batasuna y criticó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por “sentarlos a la mesa”. “Se trataba de derrotarlos, pero no para después sentarlos a la mesa. De eso saben los ventajistas que vinieron con el cuento: si los asesinos dejaban de matar, la democracia sería generosa con ellos. Cuánta pompa para no llamar a las cosas por su nombre”, dijo Múgica en una carta dirigida a su padre ante su tumba, en el cementerio de Polloe de Donostia. Allí, junto a familiares, amigos y representantes políticos, el hijo de Múgica señaló que “si querían gobernar incluso con el apoyo de los herederos de los criminales, que lo hubieran dicho desde el principio”. “Sería igualmente lamentable, pero, al menos, nos habrían ahorrado el bochorno”, apostilló en este acto, que abrió el exdiputado del PP Adolfo Suárez Illana.
Rubén Múgica recordó también al jefe de la Policía Local de Andoain Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA el 8 de febrero de hace 22 años, y a Gregorio Ordóñez, al que la banda terrorista mató en enero de hace 30 años y ante cuyo panteón se detuvieron.
La viuda de Ordóñez, Ana iribar, se encontraba ayer entre los asistentes al homenaje a Múgica, al que acudieron asimismo el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y concejales del PP y el PSE, además de la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Gamendia, y el presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena. “La crudeza de los asesinatos y la frialdad de los cementerios obligan a no maquillar el lenguaje, pues se malgasta el mensaje. Denunciemos con claridad que Fernando y Joseba, y tantos otros, sufrieron una persecución totalitaria, emprendida contra la democracia española por un atajo de nacionalistas reaccionarios, sin otro objeto que la imposición de una fantasía: volver en el tiempo a un pasado que nunca existió”, recalcó Múgica. Añadió que muchas personas le preguntan lo que su padre opinaría ante la actual situación política y siempre contesta que no sabe, pero sí lo que pensaba “cinco minutos antes de ser asesinado”, que “no puede haber complacencia con quienes se levantaron en armas contra ciudadanos indefensos, ni con quienes intentaron derribar la democracia desde sus inicios más frágiles, ni tampoco con sus herederos”.