Hace un año, en el tradicional homenaje del PNV a su fundador, Sabino Arana, los jeltzales hacían oficial un relevo de tintes históricos con el abrazo entre el anterior lehendakari Urkullu y su sucesor como candidato y actual responsable del Gobierno vasco, Imanol Pradales. Este domingo, también en Sukarrieta y en el 121 aniversario de la muerte de Sabino Arana, el PNV puso en escena la renovación del partido y de todos sus presidentes territoriales salvo el navarro Unai Hualde, que repite en el cargo. Con las asambleas ya celebradas, en Sukarrieta se dieron cita los presidentes salientes (excepto Joseba Egibar, por motivos familiares) y los entrantes.

El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, aprovechó este marco para dejar algunos mensajes en clave interna, una apuesta por cuidar y mantener la “unidad y fuerza del PNV, porque la fuerza del PNV viene de su capacidad para estar unido”, y un llamamiento a participar en el siguiente proceso, la renovación de la Ejecutiva nacional. Él mismo dio el pistoletazo de salida y anunció que mañana martes tendrá lugar una reunión con los grupos que han redactado las ponencias políticas, económicas o de funcionamiento interno.

En ese contexto, llamó a la militancia a expresarse con total libertad, pero sin incurrir en los comportamientos “minoritarios” y “acciones claramente contrarias a lo que dicen los Estatutos y la cultura política interna del PNV” que ha visto en la renovación de las territoriales.

En este proceso, entre las diversas filtraciones a la prensa, han circulado propuestas sobre listas cerradas, integración de candidatos, acusaciones de clientelismo, y pronunciamientos en los medios de comunicación antes de que la comisión de control cerrara su proceso de validación de candidaturas. Ortuzar, sin citar a nadie ni especificar nada, pidió que se respeten las normas y mostró su preocupación por unas actitudes que cree que no son características de la cultura política jeltzale y que, además, se pueden utilizar y se utilizan desde ámbitos ajenos al PNV para desgastar la imagen del partido. Ortuzar resumió su mensaje en que, desde el respeto a las normas internas, todo es posible; pero sin respeto, nada lo es. Por ello, animó a llenar los batzokis y se mostró “convencido” de que van a saber “hacer bien” este proceso y que, en la Asamblea General de Donostia de marzo, “comenzará una nueva y floreciente primavera para nuestro partido y para Euskadi” porque, según defendió, con un PNV fuerte se podrá avanzar en la construcción nacional. Tampoco desveló ayer su futuro (lo hará en torno al 20 de enero, cuando arranque la primera fase de votaciones).

A partir de ahí, por otro lado, Ortuzar lanzó un aviso a la política madrileña. Tras el enredo en la votación de los impuestos a la banca, las energéticas y las multinacionales, Ortuzar avisó de que, si “alguien que cree que el PNV, por mantener una supuesta estabilidad, va a plegarse a todo, el PNV se debe a Euskadi y a nadie más que a Euskadi y, si vemos que los intereses de Euskadi colisionan con la acción del Gobierno español o con las propuestas de sus otros socios, el PNV actuará y votará en consecuencia”.

Ortuzar pronunció su discurso desafiando el vendaval, con el atril tambaleante y los papeles del discurso a punto de darse a la fuga. El presidente del EBB quiso agradecer su labor a los presidentes salientes, y dar la bienvenida a los nuevos (Iñigo Ansola, Maria Eugenia Arrizabalaga, Jone Berriozabal y Pantxoa Bimboire Haritschelhar). Se declaró satisfecho por la marcha de las instituciones vascas y el liderazgo de Pradales.

Sobre el proceso interno a nivel territorial, cree que “se ha demostrado la democracia interna” del PNV, y fijó el rumbo hacia la Asamblea General. “Como dije en su día: primero, proyecto y organización; y luego, las personas que, desde la máxima responsabilidad nacional, desde los nueve puestos nacionales electos para el EBB, incluida su presidencia, los tendrán que poner en marcha. El martes tenemos ya programada una reunión con los grupos que han estado preparando desde octubre los cinco documentos principales que marcarán las líneas de acción política, económica, social, de relación con el mundo y de organización. El EBB debatirá y hará suyos esos documentos el 9 de diciembre, momento en el que serán enviados a las bases, a las organizaciones municipales, para que los analicéis y enmendéis si lo creéis necesario. Y, allá por el día de San Sebastián, el 20 de enero, comenzará la primera vuelta para proponer nombres a la presidencia”, expuso. Pidió a la militancia que “participe”, que exprese su opinión, pero “dentro del marco que prevén nuestros Estatutos”.

“En el proceso de elección de consejos territoriales, hemos visto con pena y preocupación algunas actitudes, comportamientos y acciones claramente contrarias a lo que dicen los Estatutos y a lo que ha sido la cultura política interna del PNV. Comportamientos muy minoritarios, eso sí, pero que han sido aprovechados por los adversarios exteriores de siempre para intentar debilitar nuestra posición como partido ante la sociedad vasca y mediatizar nuestros procesos internos. Desde el respeto a nuestras normas internas todo es posible; sin respeto, nada”, avisó.

En la renovación de las ejecutivas territoriales, surgieron candidaturas alternativas en Bizkaia y Araba (David Salinas-Armendariz y Gorka Urtaran), un hecho con el que no ha querido polemizar la cúpula estas semanas porque es algo que permiten las propias reglas del PNV y los batzokis pueden proponer cuantos nombres consideren oportunos. En cualquier caso, han circulado otras informaciones sobre listas cerradas (en principio, no permitidas) y, por otro lado, se han cuestionado los reglamentos electorales o la duración de los mandatos, que solo se podrían debatir, si acaso, en la Asamblea General de marzo en Donostia en el marco de las ponencias internas. Ortuzar hace un llamamiento para tratar de reconducir esos comportamientos ante la renovación del EBB que él mismo preside y donde está por ver cómo bajan las aguas.

Mayorías amplias

El proceso en los territorios se ha saldado con mayorías amplias y, en algunos casos, por aclamación de los candidatos que se esperaba que recabaran el mayor consenso. En Bizkaia, Ansola ganó por 162 votos de la asamblea frente a 15 de Salinas-Armendariz; Jone Berriozabal se impuso en Araba por 41 votos frente a 24 de Urtaran; Maria Eugenia Arrizabalaga llegó como única candidata a la segunda vuelta en Gipuzkoa tras las renuncias de Eneko Goia e Imanol Lasa, que mostraron un escrupuloso respeto al proceso al comunicar su decisión por los cauces oficiales de la comisión de control; en Nafarroa, Unai Hualde ha sido el único candidato votado en los batzokis, y en Iparralde no trascendió ninguna información hasta la elección de Bimboire Haritschelhar. No ha habido ningún sobresalto final, pero este proceso ha dejado un regusto amargo por la proyección mediática que han tenido las diferencias de criterio.

El proceso se ha cerrado con mayorías claras y ejecutivas afines a las y los nuevos presidentes, con los nombres más votados, lo que en principio asegura cierta calma. Los candidatos alternativos han reconocido la victoria de sus rivales. Pero, al mismo tiempo, mantienen la vigencia de sus propuestas. En el caso de Urtaran, ya hizo pública una carta el sábado para pedir que se revise el sistema electoral. Salinas-Armendariz tiene una página web en la que también ha reconocido la victoria de Ansola, pero vuelve a colgar su propuesta, que pide votaciones directas donde cada afiliado tenga una papeleta, y limitar los mandatos a un máximo de dos. Está por ver si esta dinámica tiene algún reflejo en las votaciones al Euzkadi Buru Batzar.