Una vez más, las Juntas Generales de Gipuzkoa han expresado su apoyo mayoritario al derecho que tienen los vascos para decidir su futuro político. En esta ocasión, ha sido en la segunda parte del pleno de política general a través de una moción respaldada por el PNV y EH Bildu, cuya suma (17+22) representa una mayoría holgada en la cámara territorial guipuzcoana. Sin salirse tampoco del guión, tanto el PSE como el PP han votado en contra, mientras que Podemos se ha abstenido.

La resolución no es ajena al debate que se va a abrir en esta legislatura en la política vasca a cuenta del autogobierno, al coincidir el probable cierre de las transferencias pendientes del Estatuto de Gernika y la discusión sobre un nuevo modelo de relación entre Euskadi y el Estado, plasmado en nuevo estatus.

Lo cierto es que ha sido un debate de guante blanco, al que los junteros han dedicado lo justo, teniendo en cuenta que se votaban un centenar de mociones sobre toda clase de asuntos relacionados con las competencias forales.

Buen clima

En este sentido, la segunda parte del pleno de política general ha transcurrido en un clima de entendimiento y voluntad por llegar a acuerdos, que se ha visto plasmada en el apoyo mutuo de muchas de las mociones que han presentado los partidos.

La división a cuenta del derecho a decidir ha sido una discrepancia puntual que no tiene ningún viso de afectar a la salud de la coalición que forman PNV y PSE. Otra cantar serán los proyectos de presupuestos y la nueva norma para la reforma fiscal, sobre los que, a priori, existe una voluntad de todas las partes para llegar a acuerdos, un peaje insoslayable ante la situación de minoría del ejecutivo foral.

Distintas posiciones

Por parte del PNV, ha intervenido Ianko Ganboa, que ha puesto en valor el acuerdo con EH Bildu tanto en materia de actualización de autogobierno, así como en cuanto a la dirección hacia la que, a su juicio, debería encaminarse el nuevo estatus. "El reconocimiento de Euskadi como nación es clave para avanzar hacia un marco político que refleje la voluntad de nuestra sociedad y garantice su pleno desarrollo".

Para EH Bildu, lo aprobado en las Juntas es un mandato para la Diputación, "para que reconozca la centralidad de este derecho en el debate del nuevo estatus y asuma su defensa. Para la juntera Estitxu Elduaien, le moción es "un mensaje claro sobre el derecho a decidir de Euskal Herria.

La portavoz del PSE, Arritxu Marañón, hizo una cerrada defensa del Estatuto de Gernika, que contrapuso al nuevo estatus. "Nuevo estatuto, si; nuevo estatus, no". La juntera socialista afeó al PNV por "pedir una mayoría para gobernar y en paralelo buscar otra para centrase en temas identitarios".

Desde las filas 'populares', Mikel Lezama centró su ataque en el PNV, al que acusó de "dogmatismo" y huir del presente. Minimízó la reivindicación, porque solo refiere a Gipuzkoa y animó a los jeltzales a presentarse con esta bandera a las elecciones. "A ver dónde les sitúa".'

Miren Echeveste, de Podemos, criticó PNV y EH Bildu por ignorar al resto a la hora de transaccionar la moción, y llamó la atención sobre lo que, para ella es una contradicción: "En la enmienda del derecho a decidir se apuesta por superar un marco jurídico que la moción del autogobierno lo defiendo. ¿Las dos cosas son posibles?, se preguntó.

Precedentes

No es la primera vez que las Juntas Generales respaldan textos que reivindican el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro. En 2014, ya salió adelante una declaración respaldada por PNV, Bildu y Aralar. Dos años después, en el contexto de una serie de las consultas organizadas por Gure Esku Dago, jeltzales e izquierda abertzale refrendaron su mayoría en la cámara con otro texto en la misma línea.

La moción en cuestión, que había sido transaccionada por las portavoces Mª Eugenia Arrizabalaga y Maddalen Iriarte, contiene cinco puntos en los que se aboga por el respeto a "la pluralidad"· del país a través del "reconocimiento nacional de Euskadi" y de los "distintos sentimientos de pertenencia".

Además, se dice que el "derecho a decidir" es la forma de "exteriorizar" mediante la libre expresión de la ciudadanía la "plena realización de los Derechos Históricos del Pueblo vasco" y se defiende la relación bilateral entre Euskadi y el Estado, que se regirán por principios como "reconocimiento mutuo, lealtad, respeto institucional, cooperación, coordinación, competencia y mecanismos de salvaguarda".

Por último, el texto aboga por garantizar la voz propia de Euskadi en las instituciones europeas en aquellas materias y competencias "que le son propias".