El decálogo por una política ejemplar que ha puesto sobre la mesa el lehendakari inicia su recorrido sin el desmarque del principal partido de la oposición. Mientras el debate se desarrolle en términos constructivos y sin entrar en señalar al rival, EH Bildu está “de acuerdo” con la idea del pacto ético de Imanol Pradales, que busca el compromiso de todas las partes para ejercer la política sin insultos, respetando al adversario y sin bulos, con el objetivo de frenar la desafección ciudadana y evitar los comportamientos que dan alas a los movimientos extremistas y populistas. Su coordinador general, Arnaldo Otegi, ha asegurado este lunes en Naiz Irratia que la coalición abertzale realizará aportaciones al documento, por ejemplo, para que se analice un fenómeno mundial, la sensación de abandono que cree que pueden sentir buena parte de las clases populares o trabajadoras y su distanciamiento de la política cuando no aporta soluciones “a los problemas reales”.

Otegi aseguró que “aquí no hay la polarización y crispación que se ven en el Estado”, con la excepción, quizás, de la comunidad foral navarra, donde sí detectó un tensionamiento de la política que él atribuye a la derecha. En la CAV, se ha planteado “un debate sobre la ética”, con el que EH Bildu está “de acuerdo”. “Haremos nuestras propias aportaciones. Puede ser útil si se plantea en términos constructivos”, dijo. Aunque aclaró que los detalles los dará Pello Otxandiano, defendió que “hay un fenómeno en toda Europa y en el mundo” y que habría quedado en evidencia con los resultados electorales y el auge de la ultraderecha en los tres länder de la antigua república democrática alemana, los territorios que estuvieron bajo la ocupación soviética. “Las clases populares se están alejando de la política convencional. Eso sucede porque cada vez más gente y trabajadores sienten que parte de la clase política hace marketing y no responde a los problemas reales. Eso es lo que lleva a esos resultados. Muchos alemanes se sienten marginados, y hay un mayor índice de pobreza en esos länder. Eso trae lo que trae”, dijo.

¿Ultras en plural?

Otegi no fue más allá ni se pronunció, por ejemplo, sobre el punto del acuerdo que apuesta por no utilizar de manera partidista a los movimientos sociales, una propuesta que Pradales no quiso dirigir a EH Bildu, aunque el PNV ha atribuido en alguna ocasión a la izquierda abertzale su alineamiento con algunas plataformas que rechazan los parques eólicos u otras infraestructuras. Por otro lado, EH Bildu vuelve a poner el foco en un tipo de extremismo, la ultraderecha, aunque el lehendakari habla de populismos en general y de toda corriente política que trate de imponer su pensamiento sobre el resto. En cualquier caso, Otegi realizó este lunes un análisis más sociológico y con menor intencionalidad política que el realizado por Otxandiano en pleno fragor electoral. Otxandiano aprovechó un mitin de las europeas en Barakaldo para atribuir el auge de la ultraderecha a la ideología “neoliberal” y dejó caer que Pradales se encuadra en ese sector. Negó que haya extremismos en plural. El PP, por su parte, se desmarca del pacto y exige una reflexión sobre las agresiones a los políticos tras ETA.