Gipuzkoa se abre a un nuevo ciclo político. La sucesión de elecciones desde mayo de 2023 han terminado este domingo con las europeas y el Gobierno foral está dispuesto a aprovechar la ventana de oportunidad que se abre para intentar alcanzar acuerdos de calado. En esa dirección, la diputada general, Eider Mendoza, ha arrancado contactos con los partidos de la oposición para llegar a pactos que puedan mejorar los presupuestos vigentes, prorrogados de 2023, o empezar a trabajar los futuros.

Las lógicas partidistas se han impuesto en el último año y habían suprimido el margen para cualquier acuerdo de calado desde que se constituyó el Gobierno foral en junio de 2023. En julio se celebraron las generales, el intento de presupuestos no fructificó, la ciudadanía de la CAV votó al Parlamento Vasco en abril y este pasado domingo, los comicios europeos abren un tiempo de dos años y medio sin elecciones previstas.

Una vez guardadas las urnas en los almacenes, el nivel del agua vuelve a subir y como ocurre con las mareas, la política vuelve a ser navegable. Las Juntas Generales, también. Así lo espera el Gobierno foral que lidera Mendoza. Lo hace con el apoyo del PNV y el PSE (24 escaños), insuficiente en la Cámara de Miramon mientras no consiga la sintonía de al menos otro grupo juntero (22 de EH Bildu; 3 del PP o 2 de Elkarrekin Podemos).

Anuncio ante el Pleno de las Juntas

Ya la semana pasada la diputada general abrió la puerta a reactivar conversaciones para iniciativas que se incluyeran en el presupuesto de este año, prorrogado del anterior, y para empezar a aterrizar en una propuesta el trabajo que se lleva a cabo en la comisión de las Juntas para la reforma fiscal. La oposición tomó nota de la oferta de la jefa del Ejecutivo y mostró su disposición al diálogo.

Las conversaciones ya han arrancado, según ha explicado este martes la portavoz foral, Irune Berasaluze. “La colaboración de todas las fuerzas políticas es algo necesario y deseable, una petición clara de la ciudadanía, y este gobierno va a hacer todo lo que esté en su mano para trabajar acuerdos”, ha señalado la diputada foral, que ha insistido en la voluntad del Ejecutivo en alcanzar acuerdos a “largo plazo”.

“Abrimos un nuevo ciclo sin, a priori, convocatorias electorales en perspectiva, libre del ruido, la polarización y las tensiones que las elecciones traen consigo”, ha señalado Berasaluze, que ha recordado cómo en este primer año de legislatura “ya se han alcanzado acuerdos por unanimidad por ejemplo en el ámbito fiscal”.

La reflexión abierta ahora mismo en las Juntas, donde se constituyó una comisión específica para abordar el futuro del sistema tributario de Gipuzkoa. La Cámara de Miramon aprobó en septiembre con el apoyo de todos los grupos junteros abrir dicho espacio de reflexión para poder pensar acerca de “las modificaciones que se consideren oportunas para asegurar el carácter justo, progresivo, equitativo y solidario”.

Con la vista puesta en los próximos meses, Berasaluze considera que “ahora tenemos el camino despejado para conseguir consensos en beneficio del conjunto de la ciudadanía, que ofrezcan soluciones y seguridad en estos tiempos de incertidumbre”.

Fuentes forales explican que la diputada general ya está realizando una “primera toma de contacto” para empezar a generar “un espacio de confianza” entre el propio Gobierno foral y los grupos junteros.

Tras ese primer contacto se sucederán en un ámbito de discreción las reuniones que sean necesarias para distintas cuestiones. Las más perentorias, las presupuestarias. A finales de 2023 el Ejecutivo llevó a cabo distintas aproximaciones pero el proyecto, que salvó las enmiendas a la totalidad, no vio la luz. Incorporar modificaciones a esas Cuentas prorrogadas puede ser un primer paso, tras el que se abrirá la reflexión sobre los presupuestos forales de 2025.

Ahora bien, la Diputación quiere que los contactos con los partidos, que el Ejecutivo aspira a normalizar y consolidar con el paso del tiempo, no se limiten a cuestiones presupuestarias. Las relacionadas con Tesoro son las más importantes, pero el Gobierno foral también abordará en esos encuentros otros aspectos clave como la reforma fiscal o los proyectos estratégicos de Gipuzkoa como territorio.

Acto en Chillida Leku

Como parte de esta estrategia, la Diputación foral explicará sus ejes estratégicos este mismo jueves con un acto que celebrará con más de 200 representantes de la sociedad guipuzcoana. La cita tendrá lugar el jueves en Chillida Leku, donde tanto Mendoza como el primer teniente de diputada general, el socialista José Ignacio Asensio, se encontrarán con miembros de empresas, asociaciones del tercer sector social, centros de investigación y conocimiento, sector educativo, voluntariado, cultura, deporte e instituciones.

“Va a ser un acto muy sencillo y cercano, pero de gran importancia porque nos va a permitir compartir las prioridades estratégicas de la Diputación con la sociedad organizada del territorio, que es clave para llevarlas a cabo”, ha señalado al respecto Berasaluze sobre un encuentro en el que el Ejecutivo foral desgranará la hoja de ruta que recoge el Plan Estratégico que el Consejo de Gobierno aprobó en febrero.

Plan estratégico

Cuenta con cuatro pilares estratégicos y 118 líneas de acción para el periodo entre 2024 y 2027, pensadas para situar “el bienestar integral de todas y cada una de las personas que viven en Gipuzkoa en primer plano, haciendo que el nuestro sea un territorio que genere oportunidades para el desarrollo de proyectos plenos y con sentido, tanto personales, vitales y profesionales, como colectivos: del ámbito empresarial, asociativo…”.

“Manteniendo y profundizando en los principios de la colaboración y la experimentación en los que tenemos una convicción absoluta”, la Diputación busca “una nueva impronta” al conjunto de sus políticas, “con el factor humano y comunitario como piedras angulares, y actuando no tanto desde la lógica departamental sino con una visión transversal y compartida”.

Entre los problemas que el Ejecutivo foral quiere dar una mejor respuesta son “desafíos emergentes” como la soledad no deseada, el individualismo, la salud mental, el relevo generacional, la cronificación de las situaciones de exclusión y la crisis climática.

Todos ellos, ha recordado la portavoz foral, “tienen un impacto en el bienestar, y que queremos afrontar a través de una nueva agenda compartida, empleando todas nuestras capacidades económicas y fiscales a nuestro alcance”.