El líder de ERC en el Parlament, Josep Maria Jové, ha presentado un incidente de recusación contra el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Jesús María Barrientos, por sus declaraciones sobre la aplicación de la ley de amnistía.

La defensa de Jové ha señalado "una pérdida de imparcialidad objetiva" del magistrado y ha pedido que el juez se aparte de la causa contra el líder de ERC, según ha asegurado este sábado la formación en un comunicado.

Además, ha considerado que sus afirmaciones afectan de forma "clara y manifiesta la debida imparcialidad predicable" de cualquier tribunal e implican una oposición frontal del juez a la ley de amnistía.

ERC ha aludido así a las declaraciones de Barrientos, que aseguró en un acto público que la ley que "privilegia una parte ante el conjunto de la ciudadanía nunca podrá ser esgrimida como un elemento de pacificación, sino de discordia", así como habló textualmente de espacios de impunidad.

Barrientos es uno de los tres magistrados que juzgará a Jové a partir del 10 de abril por presunta desobediencia en los preparativos del 1-O.

Puigdemont: anomalía democrática

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha asegurado este sábado que, según su experiencia directa con varias judicaturas europeas, "lo que ocurre en el Estado español con los jueces es una anomalía en la Europa democrática".

Puigdemont ha hecho estas afirmaciones en las redes sociales con relación a la petición del dirigente de ERC Josep Maria Jové de que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Jesús María Barrientos, se aparte de su juicio por los preparativos del 1-O por sus críticas a la ley de amnistía, que calificó como elemento de "discordia".

Según han informado a EFE fuentes judiciales, la defensa de Jové ha interpuesto un incidente de recusación para que Barrientos se aparte de su juicio, en una de las causas del procés susceptibles de verse afectadas por la ley de amnistía, y cuyo inicio está fijado para el próximo 10 de abril, previsiblemente antes de que el Congreso apruebe la norma del perdón, a partir de mayo.

Puigdemont ha recordado el caso del juez belga Jean-Marc Connerotte, quien, en 1996, fue apartado de la investigación de la red del pederasta Marc Dutroux por haber participado en un acto en beneficio de los niños.

El político catalán ha recordado que el deber de un juez es garantizar a todas las partes una conducta plenamente imparcial y ha opinado que "claramente no es el caso de personajes como éste -en alusión al presidente del TSJC-, que en una democracia europea habría sido apartado desde el primer día en que abrió la boca".