Por más que el Gobierno español se empeña en pasar página sobre las circunstancias de la muerte del joven navarro Mikel Zabalza en 1985 tras su detención en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, este oscuro asunto vuelve una y otra vez a su mesa por el empeño de partidos como el PNV que quieren que la familia de este joven conozca la verdad. A este empeño se le ha sumado en las últimas semanas la polvareda que ha levantado el ascenso de uno de los guardias civiles que eran los encargados de custodiar a Zabalza durante su arresto, Arturo Espejo, un ascenso que se ha interpretado como una ofensa más para la familia y un sufrimiento añadido. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, aprovechará el Pleno de este miércoles en el Congreso de los Diputados para preguntar al propio presidente español, Pedro Sánchez, cuál es su opinión sobre este ascenso, aunque lo hará buscando las cosquillas al socialista: le va a preguntar si comparte la opinión de los socialistas vascos, que han proclamado su indignación y vergüenza por lo sucedido.

Esta es una forma de buscar una reacción de Sánchez en este debate, porque cada vez que el PNV plantea algo relacionado con Zabalza se lleva evasivas relacionadas con la reforma de la ley de secretos o la disposición del Estado a colaborar con la justicia si le pide documentos (la información, por tanto, verá la luz sólo si se lo pide la justicia). En concreto, Aitor Esteban preguntará a Sánchez si “comparte la opinión del secretario general del PSE, el señor Andueza, que siente mucha indignación y vergüenza por lo ocurrido en torno al caso Zabalza y el ascenso del teniente general Espejo”.

El jeltzale se refiere a las palabras del líder del PSE, Eneko Andueza, en una entrevista con Radio Euskadi, donde quiso trasladar a la familia de Zabalza su “indignación y vergüenza” por el ascenso. Añadió su intención de trasladar en cuanto pudiera al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, la necesidad de revisar estos procedimientos administrativos.

El PNV ya trasladó a Marlaska su petición de explicaciones en el Senado, pero el ministro se zafó de la cuestión y preguntó en base a qué resolución judicial estaban dando por supuesto que Espejo está implicado en la muerte del joven navarro. Dijo que “no está ni estuvo imputado”. Espejo ha sido nombrado jefe del Mando de Apoyo de la Guardia Civil, lo que ha provocado la denuncia unánime de PNV, EH Bildu, Geroa Bai y también Elkarrekin Podemos-IU. PNV y EH Bildu enviaron también una batería de preguntas al Gobierno español para pedirle cuentas por lo sucedido.

Reconocimiento

No es tampoco la primera vez que el PNV lleva el caso Zabalza al Congreso de los Diputados, donde ha pedido igualmente sacar a la luz los documentos sobre lo sucedido en el cuartel de Intxaurrondo. La comisión de valoración que estudia las vulneraciones de derechos humanos, en el marco de la ley del Gobierno Vasco que abarca el periodo 1978-1999, ha concluido ya, tras el análisis de los expertos, que existen indicios de que Zabalza sufrió torturas y murió como consecuencia de esas vejaciones. No se le da verosimilitud a la verdad oficial del Estado, según la cual el joven murió ahogado en el río Bidasoa al tratar de escaparse de la Guardia Civil mientras la conducía, supuestamente, a un zulo de ETA. Una ETA con la que Mikel Zabalza no tenía ninguna relación.

Este reconocimiento del Gobierno Vasco no ha tenido como consecuencia que la Fiscalía decida abrir una nueva investigación ni que el Estado mueva ficha.