Los territorios con competencias legislativas quieren volver a abrir el melón de su participación en la toma de decisiones en la Unión Europea. La necesidad les parece más notoria que nunca en vista de la creciente centralización europea en la toma de decisiones en estos tiempos de crisis, con el pretexto de que, si las medidas las toman los estados, el proceso se simplifica y se actúa con mayor rapidez, aunque suponga pasar por alto el reparto de las competencias. Los territorios han dado un paso adelante este miércoles y, en un debate liderado por el lehendakari Urkullu en el seno de la iniciativa Rleg, han firmado la Declaración de Bilbao que, por ahora, ya suscriben al menos 15 gobiernos (Islas Aaland, Azores, Islas Baleares, Catalunya, Córcega, Euskadi, Flandes, Baja Austria, Madeira, Piamonte, Salzburgo, Cerdeña, Tirol, Valencia y Voralberg).

Meses de cocina y búsqueda del consenso entre gobiernos europeos de distintas familias políticas y culturas han propiciado un punto de encuentro en torno a la idea de que se constituya un foro interinstitucional en el que estas regiones y autonomías puedan compartir experiencias con la Unión Europea, tener una influencia concreta en la toma de decisiones, y seguir el diseño del calendario legislativo obteniendo información al respecto. Este texto no es un mero ejercicio filosófico, sino que se pretende celebrar una reunión en Bruselas y lograr nuevas adhesiones. Se plantea en positivo, para que la Unión Europea pueda reconectar con los ciudadanos y ganar legitimidad a través de las instituciones más próximas a ellos. Se va más allá de la protesta y se trata de asumir una actitud constructiva.

LIDERADOS POR URKULLU

En un encuentro impulsado por el lehendakari en el Palacio Euskalduna, la primera reunión presencial de este grupo formado por 17 territorios y en continua ampliación, se ha aprobado esta declaración, con vistas al "reconocimiento formal del papel único" o singular de las regiones con poderes legislativos en el ciclo político de la Unión Europea. La idea es también proponer cambios en la estructura europea. El Gobierno vasco propone tomar como referencia la propuesta del profesor Igor Filibi en esta misma conferencia para redactar posibles enmiendas.

Por ahora, se han dejado abiertos aspectos como el nombre o el estatus que deberían recibir esos territorios, para poder al menos comenzar este camino desde un amplio consenso. Esta conferencia en el Palacio Euskalduna cuenta con la presencia de los presidentes de Flandes, Jan Jambon, y de Córcega, Gilles Simeoni ('online'), además del vicepresidente de Islas Aaland, Harry Janson, y la consellera de Exteriores catalana, Meritxell Serret, así como un plantel de oradores entre los que destacan Alain Lamassoure, artífice del informe que propuso en 2002 el estatus de región asociada para los territorios con competencias, o Colin Scicluna, jefe de gabinete de la vicepresidenta de la Comisión Europea Dubravka Suica, que es el principal nexo de esta conferencia con Bruselas. 

Todas estas demandas se producen en puertas de que el 1 de julio Pedro Sánchez asuma la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea durante un semestre. Entre los firmantes hay comunidades socialistas, Valencia e Islas Baleares.

LA CENTRALIZACIÓN, "UN ERROR"

El lehendakari Urkullu y la consejera de Acción Exterior, Marian Elorza, han sido los encargados de abrir el acto. Elorza ha leído los principales ejes de la declaración, con la aspiración de que la suscriban todas las regiones con competencias legislativas y de hacer llegar el texto a las instituciones de la Unión Europea. La declaración parte de la necesidad de encontrar soluciones comunes a los retos e impulsar una gobernanza multinivel eficaz, con una participación significativa de estos gobiernos, para poder anticipar, influir, deliberar, tomar decisiones y aplicarlas. Esto reforzaría la legitimidad democrática de la Unión.

El texto alerta ante la "tendencia creciente y preocupante de centralización en la UE", como consecuencia de la creencia de que "para lograr la eficacia, es necesario que los procesos de toma de decisión sean sencillos y rápidos". "Esta asunción, en realidades complejas como la UE, donde existen estados miembros con un alto grado de descentralización y realidades socioeconómicas, territoriales, históricas y culturales muy diferentes, es claramente un error. Conduce a situaciones uniformes que no se ajustan a los objetivos perseguidos, creando desconfianza sobre el terreno hacia las políticas de la UE", avisan. Recuerdan que esta tendencia desatiende el artículo 4.2 del Tratado de la Unión Europea porque erosiona competencias legislativas y de ejecución. "Es hora de invertir la tendencia a la recentralización", zanjan.

Los firmantes añaden que el informe final de la Conferencia sobre el Futuro de Europa publicado en mayo de 2022 recoge dos propuestas concretas, la 39 y la 40, que demandan la participación de las regiones en el proceso legislativo de la Unión.

FORO INTERINSTITUCIONAL

La Declaración de Bilbao solicita establecer un "foro interinstitucional" en el que puedan compartir asesoramiento con la Unión y tener una influencia concreta en el proceso de toma de decisiones. La finalidad de este foro sería facilitar un seguimiento estratégico del diseño y el calendario legislativo, así como recomendar cambios allí donde el sistema se muestre deficiente. La idea de este foro interinstitucional ya salió a relucir hace unos meses en una reunión de Rleg por videoconferencia, como propuesta de desbloqueo, en vista de que Bruselas seguía sin tener en cuenta el informe Lamassoure. Ahora, se plasma por escrito. Se contempla también la posibilidad de debatir sobre el semestre europeo.

RETOS PENDIENTES

Al margen de la declaración, la reunión sirvió para fijarse retos como la participación de los länder alemanes en esta iniciativa. Su ausencia se reconoce sin paños calientes como una carencia por la fuerza que podría dar a esta iniciativa.

 Se pretende elaborar un mapeo de los territorios con competencias legislativas y concretar cuáles tiene cada uno, formular los mecanismos institucionales necesarios para poder maximizar la participación en la Unión Europea e identificar las enmiendas legislativas necesarias. La declaración no propone en concreto dotar a los territorios del estatus de región asociada en pos del consenso, pero se mantiene la demanda de fondo, tal y como cree el Gobierno vasco: el reconocimiento formal de un rol singular. Quedaría poner nombre a ese rol.

URKULLU PIDE OTRA GOBERNANZA SIN OBJETIVOS "UNILATERALES"

El lehendakari ha defendido que es posible y más necesario que nunca crear "un nuevo modelo de gobernanza" en Europa, que dé voz y capacidad de decisión no solo a los estados miembros, sino también a los países pequeños, naciones o regiones con capacidad legislativa. Ha defendido una Europa heterogénea y ha recordado que por ello se puso en marcha Rleg en 2018, tomando como inspiración las propuestas de Lamassoure. 

"El centralismo no casa con el modelo europeo", ha sentenciado, para recordar que 71 territorios tienen poderes legislativos y el 45% de la población de la Unión confía en ellos para desarrollar políticas medioambientales, económicas y sociales. Además, ha aclarado que no persiguen "objetivos unilaterales", y que Europa sale perdiendo sin la aportación de estos territorios, que la enriquecerían.