El Gobierno de Pedro Sánchez ha lanzado fuego amigo al PSE. Los socialistas vascos se han quedado solos en defensa del macrocentro de refugiados. Los agentes sociales y los partidos vascos han recibido con críticas la decisión por sorpresa del Ministerio de José Luis Escrivá, que ha licitado las obras para abrir un macrocentro de refugiados en Gasteiz con 350 plazas en las afueras que complican una atención individualizada. El propio PSE había dado nula publicidad hasta la fecha a este plan pero, una vez que ha saltado la noticia a los medios de comunicación, ha tratado de defenderlo a capa y espada y ha entrado en una vorágine de críticas al PNV, que por ahora no han provocado más que tensión con sus aliados de gobierno y ningún respaldo al macrocentro que se empeña en defender. Andueza ha desplegado contra sus aliados jeltzales argumentos inexactos o que no se corresponden con la realidad de lo sucedido. Ha acusado al PNV de conocer esta noticia desde hace meses y esperar hasta ahora para soltar la bomba y criticarlo en puertas de los comicios municipales y forales del 28 de mayo con intención electoralista, pero en realidad lo único que escuchó la consejera Beatriz Artolazabal fue un comentario informal del ministro, hasta que el fin de semana un medio de comunicación desveló la licitación por sorpresa de las obras para rehabilitar la clínica Arana a tal fin.

Además, la acusación de electoralismo al PNV no explica por qué entonces las asociaciones que trabajan con los refugiados han cuestionado también este centro masificado, por no mencionar que dentro de la política nadie más ha respaldado este centro. Elkarrekin Podemos-IU, que es su socio en el Consejo de Ministros en el Estado, también rechazó el proyecto, al igual que EH Bildu. En una entrevista en Radio Euskadi, Andueza ha acusado a los jeltzales de pronunciar un discurso “xenófobo”, porque la consejera Beatriz Artolazabal, la candidata del PNV a la alcaldía de Gasteiz, habló de masificación y riesgo de formar guetos, pero estas mismas palabras, literalmente, las utilizaron también Cáritas y Zehar Errefuxiatuekin. Los jeltzales le han pedido que deje de utilizar la “demagogia” y que escuche a instituciones y agentes sociales.

El PSE es la única formación política que ha salido en defensa de esta infraestructura planteada por el Ministerio de José Luis Escrivá, como cabía esperar por disciplina de partido, ya que el Gobierno español lo lideran los socialistas. Pero lo ha hecho a costa de lanzar una andanada sin precedentes contra sus aliados del PNV. En cualquier caso, es probable que la sangre no llegue al río. El propio Andueza se cuidó de matizar que acusa de electoralismo al PNV, pero no al lehendakari ni a la consejera. Él mismo admitió que es lógico que Artolazabal se pronuncie sobre cuestiones que afectan a sus ámbitos de gestión. Andueza añadió que este debate “para nada” deja tocadas sus relaciones en los gobiernos de coalición. “Es legítimo que cada partido mantenga sus posiciones”, matizó. El PNV no respondió a través de su Ejecutiva, pero sí lo hizo a través de unas declaraciones de su parlamentario Joseba Díez Antxustegi, quien detectó “tres graves y falsas acusaciones contra el PNV”. 

Artolazabal aclaró que no quiere “polemizar” con un asunto tan sensible como la acogida a solicitantes de asilo, y que quiere llegar a acuerdos con el Ministerio. Volvió a defender el modelo vasco, con la acogida en comunidad y en recursos de escala más pequeña o mediana.

Andueza avisa de que Escrivá no va a rectificar

El equipo de Escrivá propone activar un macrocentro porque el edificio es propiedad de la Seguridad Social y la competencia sobre migración es suya, aunque en octubre comenzaron unas conversaciones preliminares sobre la transferencia a Euskadi. Andueza cree que el PNV saca la cabeza para rechazar este centro porque tiene encuestas que le auguran malos resultados en Gasteiz y que el PSE va a ganar las elecciones, según vaticina. Sostiene que los jeltzales conocían este proyecto y “no han abierto la boca” hasta ahora, en puertas de las elecciones. Sobre el fondo del asunto, Andueza avisa de que el Gobierno español “no va a dar marcha atrás” y que el PSE “va a hacer piña” con él, porque este macrocentro es para situaciones de “urgencia” cuando se produzca un éxodo masivo de refugiados, y para no depender de los albergues o de la buena voluntad de las familias vascas. A su juicio, también se va a dar atención y a enseñar el idioma a los refugiados. 

Ha tratado de diferenciar entre refugiados y migrantes, y ha dicho que el macrocentro es para los primeros, lo que por unos momentos ha parecido deslizar que hay un vacío en Euskadi en la atención de los refugiados. Pero la mayor carga de profundidad llegó cuando acusó al PNV de estar cerca de la ultraderecha. “Artolazabal ha dicho que alimentar discursos peligrosos es irresponsable, y acto seguido ella misma ha hablado de guetización e incluso del riesgo que hay de provocar conflicto social con esta cuestión. Díganme ustedes si eso no es hacer un discurso xenófobo o un discurso, como diría ella, peligroso. En estos mismos micrófonos he oído decir al PNV que son un partido socialdemócrata o humanista. Estos discursos están bastante lejos. Lo que veo es que estos discursos están muy cercanos a la rancia derecha y extrema derecha”, lanzó. 

¿Qué dijeron los agentes sociales?

Andueza, de manera indirecta, arremete contra los agentes sociales, porque Zehar Errefuxiatuekin y Cáritas habían empleado las mismas expresiones que Artolazabal. Habían dicho en Radio Euskadi que “el modelo tiene que ser mucho más individualizado, desde lo comunitario y huyendo de la creación de macrocentros que lo que hacen es retener mucho a las personas y crear guetos”, y que el centro “tiene una serie de elementos que no terminan de convencer, como la guetización, masificación y concentración de un colectivo, y las similitudes con los CIE”.

La sensación que transmite el discurso del PSE es que intenta forzar un paralelismo con el PP de Javier Maroto y su campaña contra el supuesto fraude masivo en el cobro de la Renta de Garantía de Ingresos, que en su momento provocó un cordón sanitario en su contra en Gasteiz. 

El PNV pide al PSE que escuche

El jeltzale Antxustegi, por su parte, negó que el PNV haya aflorado esta cuestión en precampaña, sino que la noticia la puso en agenda un medio de comunicación y es lo que ha generado “incomodidad” en el PSE, que lo estaba gestionando “con total sigilo y nula transparencia”. Por otro lado, recordó a Andueza que el sistema vasco ya “acoge a personas que huyen del horror talibán de Afganistán o de la barbarie rusa en Ucrania”, en pisos de acogida que favorecen su socialización, y no en macrocentros. Sobre la xenofobia, dice que estas insinuaciones son “injustas e inaceptables” porque lo que pretende el PNV es dar la mejor atención a esas personas y duda de que el proyecto del Gobierno español lo consiga. Recordó que prácticamente todas las asociaciones son críticas también y pidió escuchar a los agentes implicados.

"Desde el pasado domingo, la única persona que ha enmarcado este asunto en el contexto electoral ha sido Eneko Andueza. Siendo grave hacer electoralismo con cualquier asunto, resulta gravísimo hacerlo con los derechos de acogida, atención y socialización de las personas que más lo necesitan. No todo vale en política, señor Andueza", ha zanjado. Por otro lado, ha puesto en evidencia que la gran mayoría de países europeos "han dejado de utilizar" los macrocentros por su escaso éxito en la integración, y que tampoco existe un centro de este tipo a nivel estatal que sea ejemplar.