José Castro, el juez que instruyó el caso Nóos que llevó a la cárcel a Iñaki Urdangarin, sostiene que la inviolabilidad del rey emérito se ha aplicado como impunidad. “No instruí ninguna causa porque aunque tuviera elementos para poderlo hacer, en tanto que había datos que pudieran avalarlo, yo no tenía jurisdicción y por lo tanto ni se me pasó por la cabeza”, dijo en Catalunya Ràdio. “Vi que inviolable era equivalente a impune y me abstuve de cualquier investigación”, añadió.

Sobre si Juan Carlos I debería estar imputado ahora, respondió que “podía haber sido imputado” por un tribunal, y recordó que el Tribunal Supremo, a raíz de las noticias publicadas, está capacitado para abrir diligencias de oficio e investigar. “No puede ser que todo el mundo haya estado parado para dar tiempo: ha estado parada la Fiscalía, la Abogacía del Estado, la Agencia Tributaria, todos parados a la espera de que el emérito regularizara” el dinero que tenía fuera de España.

Por todo ello, Castro cree que de facto el rey emérito sigue siendo inviolable y que “la impunidad la sigue arrastrando” a pesar de que abdicara en favor de su hijo.