Adriana Lastra, de 43 años, está embarazada y precisa “tranquilidad y reposo”, de ahí que lleve dos semanas de baja laboral y ni siquiera acudiera al debate de política general que se celebró en el Congreso. Este es el motivo con el que razona la dimisión presentada ayer como vicesecretaria general del PSOE y que facilita a Pedro Sánchez la renovación de los altos cargos del partido de cara al próximo ciclo electoral, que arranca con las autonómicas y municipales de mayo de 2023. La obligada remodelación de la estructura socialista coincide con un momento en el que se han aireado luchas internas en el Ejecutivo, Ferraz y en las principales portavocías, con fallos de coordinación y comunicación, por lo que se prevén relevos después del verano.

Sánchez reaccionó con un tuit donde califica a Lastra de “socialista ejemplar”, le agradece su compromiso y entrega estos años, y con una promesa: “Seguiremos trabajando juntos”. La salida se produce nueve meses después de que dejase de ser portavoz del PSOE en la Cámara baja y tras la derrota socialista en las elecciones andaluzas hace unas semanas. Sánchez podría dejar el puesto vacante o nombrar otro número dos y también ejecutar más cambios en los puestos de responsabilidad del partido.

Relación tensa con Cerdán

En los últimos meses ha existido tensión entre Lastra y el número 3, el navarro Santos Cerdán, por los ámbitos de poder de cada uno. La situación obligó a intervenir al propio líder socialista, que hace dos meses llegó a reunirles para que aparcasen sus cuitas internas. Al dejar de ser portavoz parlamentaria, Lastra perdió uno de los puestos de más relevancia y exposición pública en el PSOE, aunque desde Ferraz se trasladó que se centraba en su función orgánica en el partido, donde ejercía como mano derecha de Sánchez. Ministras y varios dirigentes socialistas salieron al paso de este anuncio para enmarcarlo en clave personal. La portavoz del Ejecutivo español, Isabel Rodríguez, reseñó que “lo ha dejado meridianamente claro, son razones personales y ustedes vieron la semana pasado en qué está el Gobierno y en qué está el PSOE, que es en dar respuesta a la economía española”. El diputado socialista Patxi López rechazó hacer “quinielas” sobre un posible relevo y la posibilidad de que él asuma nuevas responsabilidades, ya que “no es el momento de esta cuestión”. El exlehendakari se limitó a sentir “mucha pena” por la dimisión de Lastra por ser una “gran amiga” y “una de las socialistas con más coraje y más valentía”, de esa militancia que “siempre se arremanga”.

Lastra tuvo un papel crucial para convencer en 2016 a Sánchez de que diera la batalla de nuevo por la Secretaría General cuando el líder socialista estaba en horas bajas tras haber dimitido de su cargo y abandonado su escaño. Después coordinó su campaña de las primarias, en la que recuperó el bastón de mando. Sin embargo, ella quedó últimamente marcada por la noche electoral en la que no felicitó a Juanma Moreno por revalidar su cargo en la Junta, minusvalorando su triunfo al situarlo junto a los de Galicia y Castilla y León como elecciones en territorios favorables a Alberto Núñez Feijóo “para consolidar su propia imagen”. Sánchez tiene las dos próximas semanas con la agenda repleta de actos y viajes, por lo que es difícil que convoque una reunión de la ejecutiva federal. Ayer no hubo cónclave por un viaje del presidente a Extremadura, el próximo día 25 es fiesta en cuatro comunidades, y en este tránsito hay consejos de ministros, un desplazamiento a Polonia y la presentación del balance de este curso político. Pero los ajustes se dan por descontados.

Profesión y maternidad

La decisión de Lastra reabre además el debate sobre la maternidad y la carrera profesional de las mujeres. Desde la derecha se criticó que haya dimitido en vez de apartarse temporalmente y reincorporarse después al puesto, mientras que el PSOE defiende su postura, aunque algunas voces desde la izquierda cuestionan su argumentación para hacerse a un lado. “Dice la filósofa Celia Amorós que el feminismo no cuestiona las decisiones individuales de las mujeres, sino las razones que las obligan a tomarlas”, citó en Twitter la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández. Pero para la portavoz del PP, Cuca Gamarra, “siempre debe existir la posibilidad de no renunciar, de no dimitir, sea la que sea la responsabilidad del puesto que se ocupe. Este no es el camino de la igualdad, es la baja con reincorporación en sus funciones”.

Desde Vox, su portavoz en el Parlamento andaluz, Macarena Olona, fue aún más tajante al recalcar que “en España ninguna mujer debería verse obligada a dimitir por estar embarazada” y reprochó la “excusa bochornosa a la que ha tenido que acudir el PSOE” para no desvelar que la salida de Lastra es “en realidad un cese”. Mientras, la líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, también embarazada, envió un abrazo y mucha suerte a Lastra, convencida de que “a veces es imprescindible poner los cuidados en primera línea”. l

El apunte

Baja laboral. Aunque Lastra asegura que se ha visto obligada a tomar una baja laboral prolongada en el tiempo, formalmente los diputados no pueden acogerse a una baja laboral al no tener relación laboral con el Congreso. Pueden ausentarse por enfermedad o por paternidad y maternidad, lo que les permite votar a distancia si así lo solicitan a la Cámara, pero su situación no cambia en lo esencial ni afecta a sus retribuciones.