Los acontecimientos de los días precedentes apuntaron a la posibilidad de que Marimar Blanco, hermana del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco secuestrado y asesinado por ETA hace 25 años, resultara una oradora incómoda para alguna de las autoridades que realizaron ayer sus discursos. Sobre todo en el caso del presidente español Pedro Sánchez, al que previamente había dirigido sus dardos. Pues bien, en el homenaje a su hermano verbalizó una alocución de guante blanco en el acto, en la que sus principales reclamaciones fueron dirigidas hacia EH Bildu. 

Incluso, se barruntaba que las palabras de Blanco motivaran un cambio de guion de última hora. No fue así. Sobre todo, basó sus palabras en reclamar “unidad política y social” para que “no se negocie con quienes a día de hoy siguen sin condenar el asesinato” de su hermano. La que fuera miembro del Parlamento Vasco y actualmente lo es en la Asamblea de Madrid, en ambos casos de la mano del PP, afirmó que nadie le ha “controlado el discurso” de forma previa. “No voy a cambiar nada, este ha sido mi mensaje desde hace 25 años y lo voy a mantener en esa línea: que la memoria, la dignidad y la justicia de todas y cada una de las víctimas se defiende todos y cada uno de los días, no solo en días señalados”, sostuvo.

"Debemos honrar la memoria de las víctimas no solo con palabras, también con hechos"

Tras insistir en la necesidad de que la memoria de las víctimas del terrorismo se defienda “no solo con palabras, sino con hechos, que dignifiquen el sacrificio de tantos y tantos inocentes”, Blanco se reafirmo -ante los medios de comunicación y antes del acto conmemorativo- en reclamar a Sánchez, que “rompa con Bildu. Es una de las exigencias compartidas por “la inmensa mayoría de las víctimas todos y cada uno de los días”. “Para que se reconozca la verdadera historia del terrorismo, con buenos y malos, con vencedores y vencidos”, precisó.

“No podemos permitir se borre a los culpables o que el sacrificio de inocentes no sirva para nada; no queremos ser solo un estereotipo de sufrimiento, queremos justicia, que se respete la verdad de lo que ha ocurrido sin intoxicaciones”. Y animó a que la memoria democrática deje claro que “no hubo conflicto”.