En la cuenta atrás para el acto institucional de homenaje a Miguel Ángel Blanco que tendrá lugar este domingo en Ermua con la presencia de centenares de autoridades, se acumulan los motivos de fricción en una pasarela que, 25 años después, debería estar perfectamente encerada. Primero fue el anuncio de la AVT y Dignidad y Justicia de que no acudirán por la presencia de Pedro Sánchez y sus pactos con Bildu. Después, la ausencia de Sortu, que ayer le valió el reproche de Lakua. También ayer, la hermana del homenajeado, Marimar Blanco, pidió por carta al alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, que le permita intervenir en el acto.

En la misiva, consideró “justificado” poder dirigirse al auditorio en representación de su familia y de la Fundación Miguel Ángel Blanco. Por ello, aseguró que las explicaciones del alcalde acerca de que “se pretende homenajear a todas las víctimas de ETA” no son “convincentes”. Tras conocerse que, de no atenderse sus deseos, podría no acudir, Abascal se puso en contacto con ella para estudiar integrarla entre los oradores.

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, se preguntó por los motivos por los que no está prevista dicha intervención. “¿Porque es parlamentaria del PP? Pero si Miguel Ángel Blanco era concejal del PP”, señaló. Durante el acto en el polideportivo que lleva el nombre del edil asesinado por ETA, intervendrán, entre otros, Felipe VI y Pedro Sánchez.

En Radio Euskadi, también cargó contra Sánchez y afirmó que tiene “una oportunidad de oro, delante del rey y de toda España, de romper con Bildu y dejar de ser el socio” de un partido “dirigido por los jefes de ETA”. “Si no lo hiciera así, sería una afrenta”, apostilló.