- El Consejo General del Poder Judicial ha generado una nueva brecha en la relación entre el PSOE y el PP y no tiene visos de reconducirse. El presidente español, Pedro Sánchez, se negó ayer a dar marcha atrás con la reforma del órgano de gobierno de los jueces que permitirá que pueda volver a nombrar a dos miembros del Constitucional aunque se encuentre en funciones. Supone rectificar la reforma inicial, donde ató de pies y manos al CGPJ pensando que iba a presionar al PP para que lo renovara, pero los populares están muy cómodos con esta situación, al menos en lo concerniente a que no se puedan nombrar nuevos miembros para el Tribunal Constitucional, donde la mayoría le es proclive al partido de Génova. Por ello, Sánchez está dispuesto ahora a revertir ese cambio y no dará ni una segunda oportunidad al PP.

En la rueda de prensa para presentar la prórroga del decreto, cuando se le preguntó si baraja esperar o suspender el cambio si el PP negocia, dijo que lleva 36 meses esperando, y puso el ejemplo de Estados Unidos, donde se ha derogado el aborto, como muestra de lo que podría suceder en el Estado español por contar con un CGPJ y un TC sin “legitimidad” por el bloqueo del PP. “Los órganos judiciales deben contar con legitimidad, que es lo que no tienen el CGPJ ni el TC porque un partido, el Partido Popular, lo impide”, defendió el presidente del Gobierno español.