Pedro Sánchez aparcó de manera clamorosa su agenda de compromisos con Euskadi y Catalunya en las semanas y meses anteriores a las elecciones en Andalucía, quizás en la creencia de que esos acuerdos iban a poner en bandeja la campaña electoral al PP, porque podría presentarlos como una cesión a los nacionalistas. No hubo transferencias para cumplir el Estatuto de Gernika aunque su pacto con el PNV lo obliga, y tampoco hubo mesa de diálogo para abordar el encaje de Catalunya ni reunión entre Sánchez y el president Aragonès para encauzar con ERC la crisis del espionaje. Si se amplía el análisis a otros partidos que no son socios de investidura pero le prestan un apoyo habitual, en el caso de EH Bildu, Sánchez dejó durante horas en el aire el pacto para incrementar un 15% las pensiones no contributivas. Pero esta evasión no ha servido de nada al PSOE, que ha visto cómo el PP arrasa de todas formas con una mayoría absoluta.

Y la operación de arrinconamiento de sus socios ha sido nefasta en términos de estabilidad de la legislatura española: por lo pronto, ERC ya ha votado en contra de algunas medidas, y los jeltzales están dispuestos a rechazar varias leyes recentralizadoras. De ahí que fuentes del EBB del PNV hayan extraído como conclusión tras las elecciones andaluzas que Sánchez debe ser "más valiente" y dejar de distanciarse de sus socios.

En concreto, le piden que se centre "en el objetivo que compartimos a la hora de afrontar juntos esta legislatura, que no era otro que poner en marcha políticas progresistas y encarar de frente los desafíos territoriales pendientes en el Estado español". "En EAJ-PNV seguimos apostando con firmeza por agotar la legislatura y por aprovechar el tiempo que le queda, año y medio, para recuperar el espíritu original y los objetivos de la colaboración que dio lugar a este Gobierno", zanjan.

Desde la Ejecutiva que dirige Andoni Ortuzar constatan que el PSOE "se ha distanciado, y en ocasiones ha huido, de sus socios tradicionales para que vascos y catalanes no le contamináramos " pero, "a la vista está que ese distanciamiento no ha servido de nada y, sin embargo, a los socios nos ha instalado en una sensación de abandono". Le piden que deje de lamerse las heridas y vuelva con los socios.

RESULTADOS NO EXTRAPOLABLES AL ESTADO

El PNV, en cualquier caso, se distancia de quienes tratan de extrapolar el resultado andaluz al Estado, porque es un resultado en una autonomía concreta y en un momento determinado. No obstante, cree que la izquierda debe hacer una reflexión y evitar las pugnas cainitas dentro del Consejo de Ministros, que les pasan factura en las elecciones.

QUE EL PP NO SE EMBORRACHE

Sí se alegra el PNV de que Vox no tenga la llave de la gobernabilidad ni entre en el Ejecutivo andaluz, porque "neutralizar" a la ultraderecha es uno de sus objetivos, pero no alza las campanas al vuelo con el PP de Alberto Núñez Feijóo y le pide que sepa administrar el voto que ha recibido y no se emborrache de éxito dando por muerta la legislatura española o centrando toda su acción política en pedir un adelanto electoral.

MÁS LEGISLATURA EN EL ESTADO

La mayoría absoluta del PP deja dos consecuencias claras sobre la legislatura de Pedro Sánchez: cobra fuerza la posibilidad de que aguante hasta finales de 2023 o principios de 2024 por pura necesidad, porque convocar ahora un adelanto de las elecciones generales sería totalmente descabellado en un momento de desmovilización de la izquierda; y, por otro lado, esta victoria arrolladora de los populares sin necesidad de contar con Vox descuadra por completo la estrategia de Sánchez, que se basaba en agitar el miedo a la ultraderecha como principal argumento de seducción para mantenerse al frente de Moncloa y activar al electorado de izquierdas.

Si Sánchez quiere seguir adelante, tendrá que presentar otros alicientes ante la sociedad más allá del argumento de Vox o, incluso, más allá de una remodelación de gobierno que sería puramente cosmética: una agenda reformista (en materia de transparencia no terminan de arrancar los cambios en la Ley de Secretos Oficiales o la Ley Mordaza), y recomponer la relación con sus socios de ERC y PNV. Con un PP crecido, es probable que la opción de alcanzar acuerdos con Alberto Núñez Feijóo como sucedió con las leyes de seguridad nacional y audiovisual se reduzca cada vez más, y que los populares presionen para que se produzca cuando antes la convocatoria electoral.

Se estrecha el margen para que Sánchez siga jugando con la geometría variable y se felicite de que al final siempre saca las leyes, sea con quien sea. La reunión que tiene pendiente con el president Aragonès y, en cuanto a Euskadi, la agenda de transferencias para completar el Estatuto o la gestión de los fondos europeos serán determinantes. Jugar de nuevo a la ruleta rusa como sucedió con la aprobación de la reforma laboral sin sus socios de investidura se antoja ahora un lujo que difícilmente se podrá permitir más veces. Quedan en el horizonte otras leyes peliagudas como la de Vivienda, con la tramitación congelada por la falta de apoyos; o la de Memoria Democrática.

EL PNV, DISPUESTO A VOTAR EN CONTRA

El PNV quiere que la legislatura aguante porque solo así dará tiempo a abordar las transferencias pendientes en el Estatuto de Gernika. Pero ahora llega un momento importante para testar el estado de las relaciones porque, cada tres meses, como ya reveló Andoni Ortuzar a este periódico, se produce una reunión entre el PNV y el Gobierno español para hacer seguimiento de los temas pendientes. La última se produjo en abril, con la presencia de Ortuzar, y varios miembros del Ejecutivo español. Las leyes de Vivienda y Deporte han provocado diferencias importantes y el PNV ya ha avisado de que rechazará los proyectos que no respeten el autogobierno.

PRESENCIA DE VOX

Las fuentes del PNV creen que la mayoría absoluta del PP "facilita la estabilidad y la gobernabilidad en Andalucía porque no deja en manos de la ultraderecha el Gobierno andaluz", y esa ausencia de dependencia de Vox es buena noticia para los jeltzales. Pero al PP lo avisan de que, "en política, nunca es bueno emborracharse de éxito". "Recomendamos al PP prudencia, en coherencia con las declaraciones de Moreno Bonilla en la noche del domingo, y le instamos a que sepa gestionar de forma correcta un apoyo popular que, probablemente, le ha sido prestado para que no dependiera de la ultraderecha".

Sobre el PSOE de Andalucía, el PNV ve evidente que debe hacer una reflexión porque ha perdido un feudo histórico. Una autocrítica "profunda y sincera" que hace extensible a toda la izquierda andaluza para descubrir por qué la desmovilización política afecta de forma especial a su electorado, y no al de la derecha. Esa reflexión sí la ve aplicable al conjunto de su acción política en el Estado. El PNV se declara preocupado por "los frecuentes desencuentros" entre el PSOE y Podemos en el Gobierno español, "por la falta de claridad en las prioridades", y los acusa de utilizar algunos temas para pelear por ver "quién es más progre".