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Barkos reclama a Chivite que aclare quién es su aliado

Geroa Bai hace público su malestar con el acercamiento del PSE a UPN en euskera, autogobierno y materia laboral

- Una grieta se ha abierto en el Gobierno de Navarra. De momento no parece profunda ni grave, pero se empieza a percibir fuera de las paredes que rodean al Consejo de Gobierno, y eso generalmente no suele ser una buena señal. “Chivite debe decidir si mantiene una posición de acuerdo con sus socios o da un giro importante hacia los acuerdos con UPN en materia de especial sensibilidad”, manifestó ayer Uxue Barkos.

Un mensaje breve pero directo, y que suena a advertencia por lo que pudiera pasar en las próximas semanas, en las que están por aclarar cuestiones como la reforma laboral, la Ley del Convenio Económico y la política lingüística del Gobierno de Navarra, que más allá del decreto de méritos para el acceso a la Función Pública debe aprobar el Plan Estratégico del Euskera y las plazas con perfil bilingüe de cada uno de los departamentos. En ninguna de las tres cuestiones hay acuerdo entre PSN y Geroa Bai, y lo que en principio debían ser discrepancias puntuales y pactadas se empiezan a enquistar en un clima de desconfianza.

Barkos dio un paso más ayer al expresar públicamente su preocupación por lo que, considera, un peligroso acercamiento del PSN hacia posiciones de UPN en el tramo final de la legislatura. Y ha puesto en el foco especialmente la reforma del Convenio Económico, pendiente de aprobación a la espera de que la consejera de Hacienda se reúna mañana con Javier Esparza para buscar el apoyo de Navarra Suma.

Un pacto con la derecha en esta cuestión, para Geroa Bai, sería “apostar por la vía de acuerdos con UPN” también para el futuro. “Esta es una reforma que tiene derivadas importantes para Navarra y para su economía”, defendió ayer Barkos, que reclamó al PSN que acepte “superar el escollo” que les separa y apueste por buscar un acuerdo con sus socios en esta materia porque garantizaría además que la reforma sale aprobada por unanimidad en el Parlamento.

Barkos, que interpretó que en esta cuestión hay “visiones diferentes” dentro del PSN, vinculó el resultado de la votación con lo que pueda ocurrir este jueves en el Congreso con la reforma laboral. Dos ámbitos diferentes y que en principio no están vinculados, pero en las que Geroa Bai observa un mismo hilo conductor. “Se ha hecho coincidir la ronda de contactos del Convenio con la votación de la reforma laboral, y la posibilidad de un acuerdo con Ciudadanos y UPN está también encima de la mesa”, argumentó Barkos.

La crítica de Geroa Bai llega además en un momento en el que las diferencias con el PSN han salido a luz también en política lingüística.

Pese a todo, los socialistas relativizan las discrepancias, que enmarcan dentro de la lógica de cada partido y que confían en que “no tendrán consecuencias”. El PSN no descarta sacar adelante la Ley del Convenio o la reforma laboral con el apoyo de UPN y el rechazo de sus aliados, pero lo entiende dentro de la lógica parlamentaria de dos gobiernos obligados a negociar. “Estamos en un Gobierno en minoría y tenemos que buscar apoyos en beneficio de la ciudadanía. Es lo que estamos haciendo”, argumentó su portavoz, Ramón Alzórriz.

Los socialistas relativizan las discrepancias y recuerdan que forman un gobierno de minoría que necesita apoyos