Donostia - Carolina Bescansa tira la toalla y da por perdida su pelea interna contra Pablo Iglesias. Tras ser derrotada esta semana en las primarias del partido en Galicia por el candidato afín al sector oficial del partido Antón Gómez-Reino, la santiaguesa anunció ayer que dejará su escaño en el Congresocuando concluyan los trabajos de las comisiones parlamentarias en las que participa: la que estudia la supuesta financiación ilegal del Partido Popular y la subcomisión para la reforma del sistema electoral.

Según sus cálculos, los trabajos finalizarán en torno a finales del mes de marzo del próximo año, momento en el que dejará su escaño en el Congreso para regresar a su puesto de profesora en la Universidad Complutense. La política compostelana aseguró que asume toda la “responsabilidad” del resultado de las primarias internas y apuntó que seguirá en la organización de la que es cofundadora y en política, aunque no en las instituciones. “Nunca dejaré Podemos”, apostilló. Bescansa compareció en Santiago arropada por los miembros de su candidatura a liderar Podemos Galicia, que obtuvo el 45% de los votos frente al 55 de Gómez-Reino.

El anuncio de Bescansa se produce medio año después del episodio que terminó por distanciarla de la dirección de un partido en el que ya ocupaba un segundo plano desde Vistalegre II, cuando se impusieron las tesis de Iglesias frente a las de Iñigo Errejón, a quien apoyaba la gallega.

La filtración de un documento dirigido precisamente a este último en el que trazaba una hoja de ruta para apartar a Pablo Iglesias de la dirección de Podemos con el horizonte puesto en el año 2020 confirmó su caída en desgracia en la organización.

“En todo el camino opté por decir siempre lo que pensaba, porque creo que es lo que debe ser Podemos. Opté por hacerme a un lado cuando no estaba de acuerdo. Nunca he aceptado argumentos de fuerza o de poder”, subrayó”. En su intervención, Bescansa también lanzó reproches velados a la gestión de la dirección de Podemos en sus cuatro años de vida, como en el caso de las negociaciones con el PSOE para la formación de gobierno tras las elecciones de diciembre de 2015. “Aposté por facilitar el cambio político en España cuando podía producirse a pesar de que eso pudo suponer un gran riesgo. Sigo pensando que no me equivoqué”, apostilló. - N.G.