Donostia - El Ministerio del Interior ha ordenado trasladar de la cárcel de Castellón II a la de Logroño de Jagoba Codo, que cumple una condena a 22 años por depósito de armas y pertenencia a ETA. Codo renunció a la lucha armada por escrito hace un año y medio, cuando se le concedió el segundo grado penitenciario. Según informó ayer la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Castellón II propuso en septiembre este traslado a una cárcel más próxima a su familia.
Jagoba Codo, de 54 años, ingresó en prisión el 30 de abril de 2001 y cumple una condena de 22 años y dos días por pertenencia a banda armada - al comando Nafarroa- y depósito de armas.
Cumplió las tres cuartas partes de la condena en mayo de 2015 y en marzo de 2017 el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, le concedió el segundo grado penitenciario tras renunciar a la “lucha armada” en un escrito. Un documento que adjuntaba el preso a un recurso contra la decisión de la cárcel de otorgarle el segundo grado, y que finalmente concedió el juez de vigilancia, que entendió que si bien “el escrito del interno guarda cierta equidistancia con las víctimas a las que ni siquiera menciona, más allá de la fórmula genérica del “reconocimiento de dolor ajeno”, hay que valorar que renuncia a la “lucha armada”.
De esta forma, el auto de admisión del recurso y de progresión de grado recogía: “todos tenemos el derecho y el deber de recordar, homenajear y llorar a los nuestros, nadie es ajeno al dolor, ni al sufrido ni al causado y penalmente lo estoy pagando” y finaliza renunciando “a la utilización de la lucha armada”.
Según Etxerat, Jagoba Codo es uno de los reclusos “gravemente enfermos” al que en 2012 le fue diagnosticada una enfermedad degenerativa, según detalla este colectivo en su página web.
Con Jagoba Codo son tres los presos acercados a cárceles próximas a Euskadi en el último mes. En septiembre fue trasladado a Zuera (Zaragoza) Kepa Arronategi, condenado por intentar matar al rey Juan Carlos, y a Logroño se trasladó a Marta Igarriz, miembro del comando Donosti. - Efe