Donostia - “Lo primero que tengo que decir es que jamás he sacado dinero de esto, es algo que pasó hace 22 años y de lo que ya casi no me acordaba”. Así explicaba a este diario José Alberto Pradera, diputado general de Bizkaia entre 1987 y 1995, que su nombre apareciera ayer en los denominados Papeles de Panamá como miembro de una sociedad que operó en las Islas Vírgenes Británicas en la década de los 90.
Pradera, que estaba realmente molesto con las informaciones que le vinculaban a operaciones en paraísos fiscales, atendió a la llamada de este diario para explicar sus relaciones comerciales con Cuba. “Cuando ejercí el cargo de diputado general de Bizkaia traté de ayudar a mejorar la situación en Cuba y, en ese sentido, mandamos autobuses de Bizkaibus que iban a quedar en desuso para que los arreglaran y pudieran ser utilizados en la isla”, afirmó.
Posteriormente es cuando surgió la operación por la que se le vincula con los Papeles de Panamá. “Cuando dejé el cargo, las autoridades cubanas me pidieron que siguiera ayudándoles. Ocho amigos abrimos esta sociedad en las Islas Vírgenes Británicas por indicación de las autoridades de Cuba para evitar el embargo de EEUU. La idea era comprar coches de la fábrica de Volkswagen en Brasil para mandarlos a Cuba. Nosotros solo íbamos a ser intermediarios que íbamos a cobrar una comisión que, desde luego, en mi caso se iba a tributar en la Hacienda de Bizkaia. No se llevó a cabo ninguna operación ya que los EEUU aprobaron en 1996 la ley Helms-Burton que penalizaba a cualquier compañía no norteamericana que tuviera tratos con Cuba. La Volkswagen decidió que no se podía arriesgar y no se llevó ningún coche de Brasil a Cuba. Hasta ahí mi relación con esta sociedad. No saqué ningún dinero por ello”, afirmaba el ex diputado general.
José Alberto Pradera quería dejar claro que todo esto no tiene nada que ver con un tema de elusión fiscal. “La operativa se pensó en hacer desde el citado paraíso fiscal porque es algo que nos pidieron las autoridades cubanas porque consideraban que era más ágil y viable. Además, no tiene nada que ver con que uno haga las declaraciones donde tiene que hacer, que en nuestro caso era en Bizkaia”.
Operación conocida Lo cierto es que la operación era conocida. De hecho, el diario económico Cinco Días publicaba el 3 de diciembre de 1996 la siguiente noticia: “Un grupo vasco obtiene la concesión exclusiva de Volkswagen para Cuba”.
En la noticia se señalaba que “empresarios vascos liderados por José Alberto Pradera, presidente de Autopista Vaco-Aragonesa, y Javier Cardenal, responsable del broker de seguros Eurobrok, se han aliado con Cubalse, compañía estatal del país caribeño, para comercializar en exclusiva en Cuba los vehículos Volkswagen”.
Para ello, y en coordinación con la compañía estatal cubana se creó el holding Los Pinos. Las idea era vender 2.000 automóviles del modelo Polo en 1998 en un mercado que estaba dirigido principalmente a empresas de alquiler de coches, embajadas, compañías extranjeras que operaban en la isla y a la propia Administración cubana.
Según lal información publicada el 3 de diciembre de 1996, el holding Los Pinos, en el que estaba José Alberto Pradera, negociaba con el Ministerio de Transporte de Cuba un contrato para la señalización de carreteras en Cuba, operación que se iba a llevar a cabo en colaboración con otra empresa vasca.
Sin embargo, la puesta en marcha de la Ley Helms-Burton truncó el proyecto de estos empresarios vascos porque Volkswagen decidió no mandar coches a Cuba puesto que se pondría poner en el punto de mira de las autoridades estadounidenses. - N.G.