donostia - Más de 36 años después de la desaparición forzosa de Joxe Miel Etxeberria, alias Naparra y también Bakunin (Pamplona, 1958), entre Baiona y Donibane Lohitzune, el caso puede estar cerca de resolverse. Es lo que creen su familia y allegados, que consideran creíbles las informaciones que apuntan a que el exmilitante de los Comandos Autónomos Anticapitalistas fue asesinado y enterrado en Las Landas. Un enclave al que, tras recibir estos últimos datos, personas próximas a Naparra han acudido acompañados del forense Paco Etxeberria y el abogado Iñigo Iruin.

Sin haber realizado aún ninguna exhumación pero tras visitar la zona junto a expertos, los allegados de Naparra consideran que es factible que la información recibida a través de un antiguo miembro de la izquierda abertzale pueda ser cierta casi 36 años después de la desaparición forzada de Naparra.

En esta línea, el hermano de la víctima Eneko Etxeberria y los propios Etxeberria e Iruin comparecerán esta mañana para informar sobre “noticias muy relevantes sobre el secuestro, desaparición y muerte” de Naparra, según anunció ayer mediante un comunicado la fundación Euskal Memoria.

Joxe Miel Etxeberria, Naparra, considerado miembro de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, fue hecho desaparecer el 11 junio de 1980 entre Baiona y Donibane Lohitzune. Su coche, un Simca 1100, apareció en Ziburu, de donde su padre, Patxi Etxeberria, retiró el volante. La acción fue reivindicada por el Batallón Vasco Español a varios medios de comunicación, a quienes aseguró que “tras los últimos asesinatos de ETA, su suerte está echada”.

Esta situación llevó a la ONU, entre otras circunstancias, a reconocerlo en 2014 como víctima de desaparición forzosa e instó a los estados español y francés a investigar para esclarecer los hechos.

El caso fue investigado -un grupo de buzos próximos a la familia inspeccionó en el lago Xantako-, aunque dos años después la justicia gala lo cerró por falta de pruebas. La insistencia de la familia Etxeberria llevó a la Audiencia Nacional española a abrir la causa hace 17 años, aunque el juez Ismael Moreno volvió a archivar el procedimiento en 2004 al no apreciar delito sin tomar declaración al exgeneral José Antonio Sáenz de Santamaría o al imputado por torturas en el franquismo Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño.

El Grupo de Trabajo Sobre Desapariciones de la ONU se interesó por el caso 10 años después y recibió el testimonio grabado de la madre de Naparra, Celes Álvarez, y del hermano, Eneko Etxeberria. El caso de esta víctima es uno entre la veintena de asesinados que dejó el Batallón Vasco Español o también denominada la Triple A; en total, la violencia de fuerzas parapoliciales se llevó por delante la vida de cerca de 70 personas.

Un año más tarde, en 2015, la familia compareció ante el Parlamento de Navarra, donde el hermano del desaparecido denunció que el archivo de la Audiencia Nacional les “cerró toda una serie de caminos y supuso una muralla infranqueable, pero no podíamos dejar que su memoria cayese en el olvido”.