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“La situación de los ertzainas al patrullar las calles es peor que nunca”

Responsables de Euspel valoran la unión a sus filas del sector crítico de ErNE y censuran la deriva de la consejería

“La situación de los ertzainas al patrullar las calles es peor que nunca”Foto: Esti Gorbea

donostia - El pasado día 13, la sede de ESAN en Barakaldo acogió una nueva reunión de la unidad de acción sindical de la Ertzaintza. En pleno agosto, y con su calendario de movilizaciones en stand by hasta septiembre, dicho encuentro tan solo tenía un punto en el orden día: la continuidad o no de Euspel en la estrategia conjunta que mantienen desde las elecciones sindicales de octubre. La cosa no fue a mayores y ErNE, ESAN, ELA, Sipe y Euspel seguirán reivindicando los derechos de los ertzainas con una sola voz. Sin embargo, en el ambiente flotaban los recelos que ha provocado un movimiento inesperado en el seno de las centrales: la salida del denominado sector crítico de la mayoritaria ErNE y su incorporación a Euspel, que con sus cuatro representantes sindicales no tiene presencia en la Mesa de Negociación.

El germen de este trasvase de afiliados se encuentra en el VIII Congreso que ErNE celebró en mayo de 2014 y en el que se enfrentaron dos listas, la oficial, que venció, y una alternativa. El cabeza visible de esta segunda plancha, Aitor Rabanal, explica que su abandono de la central se ha producido ahora porque “una vez pasadas las elecciones intentamos llevar a cabo parte del proyecto que presentamos, pero al ver que no tenía cabida se ha buscado una asociación donde sí pudiera tenerla”. En declaraciones a este diario, cuantificó el trasvase de afiliados en 35 personas -ErNE rebaja esa cifra a la mitad y contrapone el incremento de asociados que ha experimentado tras los comicios-, todos antiguos cargos con experiencia sindical: “delegados, enlaces, miembros de la Junta Rectora, del Consejo Rector de la Academia de Arkaute...”. Rabanal agrega que a este primer desembarco en Euspel le puede seguir un número “indeterminado” de agentes, toda vez que “en la Er-tzaintza somos mucho más de personas que de sindicatos”.

varias ‘novias’ Ahondando en los motivos de este cambio de siglas, Rabanal, que no está liberado y sigue patrullando las calles, explica que “nosotros llevábamos en nuestra ponencia un proyecto de unidad sindical real, a cara descubierta, que fuera transparente”. Una vez tomada la decisión de abandonar ErNE, y después de que le salieran varias novias, argumentó que “la forma de trabajar de Euspel nos parece la adecuada y la que se puede adaptar a nosotros por su carácter asambleario ”.

Euspel surgió en 2006 “por un problema de falta de atención del resto de sindicatos” hacia la unidad de Berrozi, donde nació. Así lo explica su presidente, Txutxi Castelo, quien asegura que “Aitor ha venido como un asociado más, sin ninguna pretensión”. Así lo demuestra el hecho de que el exmiembro de la Junta Rectora de ErNE insiste en que todas las opiniones que expresa lo hace “a título personal”. Castelo añade que “hemos coincidido con Aitor en la anterior unidad de acción sindical y le hemos visto liderando una carga de trabajo importante”. Una opinión con la que coincide el portavoz del sindicato, Joseba Saralegi, junto a Castelo los cabezas visibles de la central.

Una consecuencia añadida de este crecimiento cuantitativo y cualitativo de Euspel es lograr desembarazarse de una vez por todas del sambenito de sindicato ligado a la base alavesa de Berrozi. Sus responsables son especialmente vehementes en esta cuestión, y así Saralegi afirma, “como miembro de Seguridad Ciudadana”, que “ese dato es erróneo”. Asegura que “en las elecciones sindicales hemos sacado por primera vez representación en las tres provincias, técnicamente hay más gente de fuera de Berrozi que de la propia unidad de Berrozi. Eso es un sambenito interesado por parte de algún sindicato para que no fuéramos una posible oferta de cara al resto de compañeros”. Rabanal aporta que “en el desembarco que hemos protagonizado no hay ni un solo berrozi, hemos entrado en Euspel entendiendo que no es una asociación de berrozis, porque si no, no lo hubiéramos hecho”.

Pese a las dudas arrojadas sobre el compromiso de Euspel con la unidad de acción sindical, y a que este fue uno de los puntos de fricción en las dos ponencias enfrentadas en el congreso de ErNE, los dirigentes de la central expresan su apoyo total a la actuación conjunta. Saralegi dice que “siempre hemos estado a favor, somos uno de los sindicatos que más ha apostado por la unidad de acción en todas las etapas y seguiremos creyendo en la misma hasta que el tiempo nos demuestre que estamos equivocados. La idea es respetar los acuerdos firmados hasta ahora con el resto”.

divorcio con el departamento En este contexto, el divorcio con el Departamento de Seguridad es absoluto y la negociación entre ambas partes es nula. Rabanal interpreta que “el que tiene que hacer un movimiento es el departamento, en el sentido de mostrar que está dispuesto a hablar con los sindicatos”, para lo que debe poner “algo con contenido encima de la mesa”. Según su parecer, “esta guerra ahora no interesa”, por lo que si Seguridad da el paso “hará reaccionar a las organizaciones sindicales”.

Una oportunidad propicia para ello sería el polémico concurso de traslados y la nueva RPT, que a juicio del exmiembro de ErNE “afectan al futuro y a la propia seguridad de los agentes”, ya que “ertzainas con mucha edad y experiencia” se verán obligados a desplazarse a otro puesto. Por ello, si Seguridad “muestra interés y hace un movimiento, quizás eso sirva para desbloquear” la relación con el conjunto de sindicatos.

A poco más de un año para las próximas elecciones autonómicas en la CAV, el último fichaje de Euspel, el exmiembro de ErNE Aitor Rabanal, realiza un balance negativo del Departamento de Seguridad, que ha buscado una Ertzaintza más cercana al ciudadano. “Llevo trabajando a pie de calle 21 años y puedo decir que en estos momentos se han suspendido gran parte de las mejoras alcanzadas y que la situación real en la calle, por una causa o por otra, es peor que nunca”, asegura con contundencia.

Tras admitir que, “a nivel de seguridad, la situación ha mejorado mucho” tras el fin de la actividad de ETA, añade que “eso no significa que las condiciones de los compañeros hayan mejorado, sino todo lo contrario. A nivel de medios materiales y personales estamos peor, sigo sin encontrar patrullas en la calle, sin encontrar apoyos, y eso significa que no vamos bien”. Las expectativas, a su juicio, tampoco son halagüeñas, ya que “aquí faltan 300 agentes y con una plantilla mucho más veterana tenemos que cubrir esa carencia de efectivos. Hoy son 300, ya veremos los que serán dentro de dos años, y la Administración no hace ningún esfuerzo. El modelo de cercanía es irreal, cada vez trabajo más para el ordenador para que luego alguien pueda sacar una serie de estadísticas con las que defenderse a través de los medios de comunicación o de comparecencias parlamentarias”.