donostia. El temor que existía en el seno de la Ertzaintza a que el Departamento de Interior reestructurara la unidad de protección -formada por 260 berrozis y 85 agentes de acompañamientos- antes del inminente relevo en el Gobierno Vasco se cumplió ayer. Y es que el director de Recursos Humanos, José María Echegaray, dictó una resolución en la que se revocaba la plaza en comisión de servicios de 36 berrozis de esta unidad y se les trasladaba a la comisaría de Donostia con el fin de realizar labores de Seguridad Ciudadana. La sospecha de sindicatos como Euspel y ELA, que ligaban esta iniciativa con la escasez de efectivos en Gipuzkoa tras la última provisión de puestos, y que fue adelantada ayer por este diario, acabó tomando forma con la resolución firmada por Echegaray.
En su escrito, al que ha tenido acceso este periódico, argumenta esta decisión en "la desaparición de las necesidades de servicio que justificaron en su día la asignación de cierto número de comisiones de servicio en el área de escoltas de la Unidad de Protección y Seguridad".
En la práctica, este recorte de 36 efectivos supondrá la supresión de siete servicios de protección, entre otros a fiscales y exparlamentarios, tal y como afirmó ayer Euspel. Al parecer, éstos pasarán a contar a partir de ahora con guardaespaldas privados. "Parece que sobra el dinero", valoró el presidente de la central, Jesús Castelo. Lo cierto es que la decisión adoptada a última hora por la Consejería que dirige Idoia Mendia afecta a una unidad, la de Berrozi, que había sido prácticamente intocable hasta ahora.
Para adoptar esta medida, el pasado mes se creó una Comisión de evaluación de los servicios de protección liderada por dos de los pesos pesados de Interior durante esta legislatura, Joseba Bilbao y José Antonio Varela. Sin embargo, su decisión provocó ayer las primeras reacciones de protesta. El presidente de Euspel, Jesús Castelo, calificó de "injusticia" la salida de Berrozi de 36 agentes que tienen la especialidad tras superar el curso pertinente y anunció que recurrirán ante los tribunales. Criticó además las formas del Departamento, ya que "han avisado a estos chavales sin darles ningún tipo de explicación". Muchos ellos, afirmó, acudirán a su nuevo puesto el lunes sin descansar, ya que con su actual calendario les corresponde trabajar hasta el domingo.
El sindicato ELA también se mostró muy crítico con este movimiento. En un comunicado, habló de "chapuza", "parche" e "improvisación", y denunció que los actuales gestores de Interior no dejen este tipo de decisiones al gobierno entrante. ELA calificó de "menosprecio" que no se informara de esta medida en el Consejo de la Er-tzaintza del pasado jueves, pese a que los sindicatos preguntaron sobre este asunto de forma expresa.
Los rumores respecto a la reestructuración de la unidad de protección incluían a la sección de acompañamientos, formada por 85 agentes que realizan labores de contravigilancia a 45 mujeres víctimas de violencia de género. Fuentes de este área señalaron ayer a este diario que Interior no realizará ningún cambio en la misma.