madrid. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, informó ayer de que el Ejecutivo está revisando la cartera de servicios de la Sanidad pública con "el rigor de expertos", que analizan qué tipos de diagnósticos y tratamientos pueden garantizar "un sistema sanitario de calidad". Ésta es una de las medidas del Gobierno para lograr un ahorro de más de 7.000 millones de euros en gasto sanitario, con el objetivo de "mantener la sostenibilidad y universalidad de la Sanidad y, al mismo tiempo, poner fin a los abusos en sus prestaciones".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta calificó de "especulaciones" algunas informaciones en las que se aseguraba que se van a retirar de la financiación pública las mamografías, un asunto de especial "sensibilidad" para las mujeres. "En estos temas hay que ser rigurosos, no dedicarse a especulaciones", aseveró Sáenz de Santamaría, quien pidió "rigor" a quienes generan este tipo de "alarmas" que no parten del Ministerio de Sanidad.

comisión El departamento que dirige Ana Mato está trabajando con una comisión de expertos, y conjuntamente con todas las CCAA, según explicó Santamaría, para delimitar una cartera de servicios "lo más completa" posible y que determine, "en un contexto de ahorro sanitario", cuáles son "las necesidades" que se deben atender.

"Estamos hablando de la salud", incidió la vicepresidenta, quien pidió que "no se genere ningún tipo de alarma" y que se escuche a los "expertos independientes que trabajan en esta revisión, por la que se eliminarán tratamientos obsoletos e inútiles y se agregarán otros nuevos que hayan demostrado su eficacia".

Fuentes del Ministerio informaron de que el pasado 29 de febrero se constituyeron dos comisiones de expertos "independientes" sobre el desarrollo y la actualización de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, que pretenden además "homogeneizar los servicios que se prestan en todas las Comunidades Autónomas". En estos grupos de trabajo se han determinado aquellas áreas "prioritarias" en las que existe mayor "confusión" e "imprecisión" sobre los criterios, indicaciones y tratamientos que debe incluir este servicio público. Éstas especialidades son genética, rehabilitación, reproducción asistida, cribados e implantes oftalmológicos, donde existe "una gran variedad de prestaciones en cada región y diversidad de criterios entre los profesionales".