donostia. "Está clarísimo que no se ha hecho bien, ya que, de lo contrario, no habría ocurrido el accidente". Así se expresa un delegado de ELA en la Ertzaintza en referencia al suceso que tuvo lugar hace una semana en la Academia de Arkaute -del que ayer informó este diario- cuando un agente que estaba probando los nuevos lanzadores de pelotas sufrió heridas leves tras estallarle la munición. El sindicato denunció el lunes la reutilización de los cartuchos usados en estos cursos y pidió que se paralicen las prácticas y que se abra una investigación sobre lo sucedido.
Un portavoz de ELA explicó ayer que la decisión de recargar la munición en estas clases estaba tomada desde el principio, ya que en el Consejo Rector de Arkaute del pasado 25 de abril, en el que se establecieron las pautas para adiestrar a los agentes en el uso de los nuevos lanzapelotas -menos lesivos que los actuales-, los responsables de Interior comunicaron que se iban a reutilizar los cargadores.
"Para ello hay que tener los medios adecuados, y se ha comprobado que la forma en que están haciéndolo deja mucho que desear", dijo el delegado consultado. El agente que sufrió el accidente no ha pedido la baja, aunque resultó levemente afectado en la cara y los ojos. "Si no llega a tener el casco puesto y el visor bajado, podía haber pasado cualquier cosa", agregó.
Por su parte, el Departamento de Interior aseguró ayer en un comunicado que "la reutilización de la munición de los nuevos lanzadores está prevista por los fabricantes, que incluso facilitan la maquinaria necesaria para ello". Añadió que "esta práctica es habitual en el entrenamiento de todas las policías" y restó gravedad al incidente, ya que "el agente no requirió asistencia del servicio médico y concluyó la formación".