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Movimientos en la sombra

Los 419.074 euros sin justificar empleados para pagar un chalé en castro urdiales marcaron el inicio de la investigación a melchor Gil

Movimientos en la sombraFoto: ZigoR Alkorta

DONOSTIA

Los más de 400.000 euros sin justificar gastados entre 2005 y 2009 en la construcción de un chalé en Castro Urdiales (Cantabria) sacaron a Melchor Gil de la cómoda trastienda en la que ejercía como hombre fuerte del PSE, y situaron al también cuñado del lehendakari López en el primer plano de la actualidad. Investigado por la Hacienda de Bizkaia y por la Fiscalía del País Vasco por un presunto delito económico -motivo por el cual declaró ante el Ministerio Público el pasado 29 de febrero-, el caso Gil ha ido sumando revelaciones sobre su actividad en esos cinco años que incluyen el pago de cerca de 300.000 euros a las arcas públicas de Bizkaia por distintos fraudes cometidos en ese periodo, y el hecho de que reside en una VPO desde 1993.

Gil y su esposa, M. C. G. C., gastaron 419.074 euros entre los años 2005 y 2009 cuyo origen no han sido capaces de justificar. La mayor parte de ese dinero, que no salió de ninguna de sus cuentas corrientes, se destinó a pagar una parcela situada en Castro Urdiales por 146.407 euros, así como la posterior construcción de un chalé por valor de 669.514 euros. Hacienda inició las actuaciones el 29 de junio de 2010.

Pagos en efectivo

292 billetes de 500 euros

Tal y como constaba en los expedientes que ha estudiado la Fiscalía, Gil pagó gran parte de su chalé con dinero en efectivo sin justificar. Así, de los 669.514 euros que cobró el constructor, 270.000 los abonó mediante dos transferencias bancarias, y el resto, 399.514, con diez pagos en efectivo. De estos últimos -la mayor parte de los 419.074 cuyo origen se desconoce- se sabe hasta con qué billetes se efectuaron seis de los diez pagos: 292 billetes de 500 euros, 179 de 200 euros, 17 de cien, 254 de 50, 555 de 20 y 500 billetes de diez euros.

Préstamo de un sevillano

Investigado por blanqueo

Posteriormente salió a la luz que Gil intentó justificar el origen de los 419.074 euros aportando un contrato con un prestamista de Sevilla, Luis Castel Romero. Se da la circunstancia de que este fue investigado meses más tarde por blanqueo de capitales. La subinspectora que instruyó el caso Gil calificó el supuesto préstamo de "falto de verosimilitud" y lo rechazó como prueba que acreditara el origen de los fondos por las "incongruencias" en que incurría.

Cuatro meses para responder

300.000 euros por el fraude

En lo que a la investigación de la Hacienda de Bizkaia sobre las cuentas de Melchor Gil se refiere, este suscribió un acta de conformidad en la que reconoció haber defraudado 103.551 euros a las arcas públicas. El vicesecretario del PSE vizcaino tardó cuatro meses en entregar parte de la documentación solicitada por la subinspectora que ha estado al frente de las pesquisas. Así, si las autoridades tributarias le pidieron el 23 de julio de 2010 los movimientos registrados en sus cuentas entre el 1 de enero de 2005 y el 31 de diciembre de 2008, no obtuvieron respuesta hasta el 17 de diciembre del mismo año.

Pese a ello, la procedencia de los 419.074 euros siguió sin esclarecerse. Gil y su esposa se vieron obligados a ingresar cerca de 300.000 euros en las arcas públicas vizcainas por las citadas irregularidades cometidas desde 2005 hasta 2009. Si se suma esta cantidad a los 815.921 euros invertidos en comprar el terreno y edificar el chalé, da como resultado que el matrimonio ha manejado en estos años más de un millón de euros.

Cumplió los requisitos en 1993

Reside en una VPO

La puntilla al caso Melchor Gil la supuso la revelación de que el cuñado de Patxi López reside con su esposa desde noviembre de 1993 en una Vivienda de Protección Oficial (VPO) del barrio de Txurdinaga, en Bilbao. El matrimonio Gil cumplió entonces los requisitos exigidos por el Gobierno Vasco para acceder a este tipo de vivienda: no tener otro piso en propiedad y un determinado nivel de renta, marcado por un mínimo y un máximo de ingresos tasados por ley.