mérida. El delegado del Gobierno en Extremadura, Alejandro Ramírez del Molino, anunció ayer su dimisión porque su puesto es incompatible con la titularidad de la oficina de farmacia que tiene en Badajoz.

Ramírez del Molino explicó que la Oficina de Conflictos de Intereses, que depende de la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, le comunicó la incompatibilidad hace diez o doce días. Posteriormente, el delegado hizo una consulta a la Abogacía del Estado, que ratificó la opinión de la Oficina de Intereses. Así, explicado que acudió a la Abogacía del Estado para asegurarse si podría haber alguna "excepción" y si, al no dedicarse a la farmacia, podría considerarse solamente como "patrimonio".

El presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, le comunicó el jueves por teléfono la opinión de la Abogacía del Estado y, posteriormente, el delegado se reunió con él para explicarle que dimitía. Aseguró que él es el "primer sorprendido" con el conflicto de intereses, porque, de haber conocido el problema, habría seguido como diputado en el Congreso. Ahora, ha tenido que elegir entre la titularidad de la farmacia y el cargo, y ha preferido su faceta profesional a la política, que considera vocacional.

Ramírez Del Molino llevaba al frente de su cargo poco más de cuatro meses después de haber sido elegido diputado nacional del PP en las pasadas elecciones generales.

Se produce así el efecto dominó tras la dimisión el miércoles del consejero de Sanidad del Gobierno de José Antonio Monago, Francisco Javier Fernández Perianes, después de que se conociera que pasaba consulta por las tardes cada 15 días en una clínica privada de Portugal.