tuvieron que pasar 38 años para que un tribunal reconociera que el Gobierno británico fue el único responsable de la muerte de catorce personas en Derry en la jornada conocida como Domingo Sangriento (Bloody Sunday). El empeño que los miembros de la Comisión de la Verdad pusieron para esclarecer los hechos tuvo mucho que ver en este resultado que se conoció el 15 de junio del año pasado. El Gobierno británico reconocía que "ninguna de las víctimas planteaba una amenaza de causar la muerte o heridas graves o estaba haciendo algo que desde ningún punto de vista justificaba que se disparara contra ellos". Esto supuso un gran paso adelante ya que hasta entonces se había mantenido que las víctimas habían atacado a los soldados y, por eso, estos últimos habían disparado.

Varios miembros de esta comisión, entre ellos el hijo de una de las víctimas, han sido invitados por el grupo que trabaja en Pamplona en el mismo sentido para esclarecer los acontecimientos sucedidos durante los sanfermines de 1978. El objetivo es poner en común experiencias para poder aprender del ejemplo irlandés y conseguir que las instituciones navarras se impliquen en la causa para que se depuren responsabilidades sobre los disturbios en las fiestas de San Fermín de 1978, la muerte de Germán Rodríguez y varios heridos de bala, las posteriores revueltas en la CAV, la muerte del joven José Ignacio Barandiarán en Donostia durante un acto de protesta... Estos hechos fueron archivados sin juicio. La comisión de Sanfermines 78, ante la negativa del hasta ahora Ayuntamiento de Pamplona de abrir una nueva investigación, se reunirá con la nueva Corporación para ver su posición a este respecto y dar un impulso a la comisión.

ejemplo en pro de la justicia Los invitados de Irlanda Tony Doherty, Sean Mc Mongle y Tony Gilles Pie, recordaron que por muchos años que pasen nunca es tarde para reclamar justicia. En Irlanda los familiares no se organizaron hasta veinte años después de la matanza, en 1992. Según afirmó Doherty, portavoz de la comisión e hijo de uno de los fallecidos en el Domingo Sangriento, hasta entonces, los hechos de Derry estaban "muy politizado" y categorizados de una u otra manera según las regiones. Esta comisión comenzó la campaña desde un ámbito local y en el Ayuntamiento de Derry se encontraron con la negativa a colaborar por el esclarecimiento de los hechos. "No hay que sorprenderse cuando se sufren reveses de este tipo", afirmó en referencia a la misma situación que se vive en Pamplona y reconoció las dificultades de explicar la campaña. "La gente lo entendía como una agresión al statu quo o como una tapadera del Sinn fein o el IRA pero nosotros seguimos empeñados en mostrar nuestra campaña como una oportunidad de hacer justicia, de sobreponerse a unos episodios terribles y finalmente las instituciones y la sociedad apoyaron la campaña", narró Doherty. El avance del proceso de paz en Irlanda del Norte ayudó a que los avances de la Comisión de la Verdad fueran importantes. En 1998, Gran Bretaña aceptó abrir una segunda investigación y finalmente en 2010 se publicó el informe que responsabilizaba a los soldados por las muertes ilegales.

relaciones de gobiernos Los irlandeses destacaron que este reconocimiento ha sido muy importante para la mejora de las relaciones entre Irlanda y Gran Bretaña. "Los beneficios de sacar la verdad a la luz son mucho más positivos para todos que esconder las cosas. Se dejó claro que nuestra campaña no eran una amenaza sino que ayudó a transformar las relaciones entre ambos territorios porque todas las víctimas tienen derecho a conocer la verdad, pero las víctimas de la violencia de estado lo tienen muy difícil", aseveró Doherty, para quien el estado británico, lejos de desmoronarse cuando su primer ministro reconoció la culpa en los hechos, se benefició ante la opinión pública por reconocer "que maltrató a la ciudad de Derry y que en su día mintió". Doherty concluyó su reflexión mostrando su solidaridad con Pamplona y esperanzado de que las víctimas también aquí puedan ser reconocidas institucionalmente.