El movimiento 15-M se refuerza tras sufrir su primera carga policial
Un desalojo temporal deja 121 heridos en Barcelona Los Mossos d' Escuadra justifican la operación por la necesidad de llevar a cabo tareas de limpieza en la plaza
Barcelona. Alrededor de 3.000 indignados regresaron al centro de la plaza Catalunya de Barcelona sobre las 13 horas tras producirse enfrentamientos con la Policía a lo largo de toda la mañana de ayer, durante la cual los antidisturbios cargaron en varias ocasiones contra los acampados. La actuación policial, que incrementó la indignación de los indignados de las plazas de todo el país, se saldó con 121 heridos.
Todos los heridos son leves, menos dos, que presentan fracturas tras las cargas policiales realizadas con porras. Además, 37 de estos heridos son Mossos d'Esquadra.
Durante la carga, unas mil personas se concentraron alrededor de la plaza para mostrar su apoyo a los 200 acampados que duermen allí desde hace dos semanas. Los antidisturbios retiraron las carpas de los concentrados del centro de la plaza, lo que generó una gran tensión y obligó a las fuerzas de seguridad a usar la fuerza para arrancar las tiendas.
Sin embargo, los acampados celebraron entonces una improvisada asamblea en la que decidieron que quien se tenía que ir era la Policía y que ellos mismos limpiarían la plaza, ya que los responsables del dispositivo policial reiteraron que su único objetivo era limpiar la plaza para garantizar la seguridad.
La Policía insistió a los asesores legales de los acampados, los abogados Alex Solà y Lluïsa Domingo, que actuaron como mediadores, que no querían desalojar la acampada, sino limpiar la plaza ante los posibles incidentes de esta noche con motivo de la posible celebración si el Fútbol Club Barcelona gana la final de la Champions League.
Según la versión oficial, cuando empezaron a abandonar la plaza, algunos grupos de policías quedaron rodeados por numerosos manifestantes que les echaron de la plaza gritándoles y abucheándoles. Los Mossos, para defenderse de los lanzamientos de botellas y piedras, contestaron con salvas de las escopetas de pelotas de goma y golpearon a los manifestantes.
La operación policial, conjunta entre la policía autonómica catalana y la Guardia Urbana, se saldó con la detención de Oriol P.S., de 24 años y vecino de Balaguer (Lleida), y Julián F.M., de 55 años y residente en la capital del Segrià, aunque tras prestar declaración en presencia de su abogado, los dos activistas quedaron en libertad con cargos.
Los acampados de Sol declararon su apoyo a los de Barcelona. Un portavoz del Movimiento Toma la Plaza explicó que el desalojo "va a ser una palmadita en la espalda a la protesta". Los indignados de otras ciudades del Estado también mostraron su solidaridad con los de la plaza Catalunya y anunciaron concentraciones de apoyo para la tarde de ayer. Donostia no fue una excepción y a través de las redes sociales se animó a concentrarse en el Boulevard, donde se mantiene la acampada, llevando una flor en solidaridad con los desalojados en Barcelona.
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