madrid. Los cuatro procesados que se enfrentan a penas de 33 años de cárcel en el juicio por kale borroka que comenzó ayer en la Audiencia Nacional negaron su participación en el lanzamiento de un artefacto explosivo contra una sucursal bancaria en Barakaldo, el 10 de febrero de 2008. En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía acusa a Sendoa Aratz Jurado García, Unai Frías de la Red, Jon Villanueva Patín y Asier Gómez de Salazar Rodríguez de los delitos de integración en organización armada, incendio terrorista y tenencia de aparatos y sustancias incendiarias y explosivos. Además, los procesados poseían presuntamente información sobre matrículas de varios vehículos de seguridad de concejales del PP y del PSE y de coches del Gobierno Vasco.
Ninguno de los cuatro jóvenes del banquillo contestó a preguntas de la Fiscalía. En respuesta a sus defensas, los acusados explicaron que el 10 de febrero de 2008 estaban "de fiesta en los carnavales del barrio de Santutxu". Sobre los perfiles genéticos hallados en guantes y telas blancas arrojados en un contenedor, los procesados aseguraron que era la ropa que se ponían para pintar pancartas.
Según el fiscal, el 10 de febrero de 2008 los imputados se reunieron para preparar la "acción" y, cubriendo sus rostros con capuchas y telas de color blanco para evitar su identificación y sus manos con unos guantes, depositaron varias botellas de líquido inflamable en el interior de una sucursal bancaria situada en la calle San Vicente de Barakaldo. Posteriormente, lanzaron un artefacto incendiario provocando que se prendiera fuego el local "con evidente riesgo para la vida de las personas".
ante el juez Por otra parte, el presunto miembro de ETA Javier Atristain Gorosabel, quien se entregó el pasado sábado en la comisaría del aeropuerto de Biarritz, en donde fue interrogado, presta declaración hoy ante el Tribunal de Pau. La Guardia Civil había incluido a Atristain, de 39 años y nacido en Donostia, en la lista de los supuestos activistas más buscados.