A Jon Ander Albisu se le alegra el rostro en el frontón Bizkaia de Bilbao. Mármol negro. Sonrisa dulce. Sus números asustan: cinco tantos hechos y ni un fallo. En tardes así: huracán y martillo. El zaguero de Ataun dominó este sábado de cabo a rabo su duelo particular ante un zaguero de la talla de Beñat Rezusta, que se vio superado por la carga de trabajo. No estuvo mal el de Bergara, pero sí asediado. Y es que, si bien el guardaespaldas de Baiko Pilota realizó una labor sublime, también hay que reconocer que su compañero Jon Ander Peña saltó a la cancha con las ideas bien claras. El tolosarra evitó el cuerpo a cuerpo con Aitor Elordi y puso en serios aprietos al zaguero rival con continuas cargas de profundidad. Eso no quiso decir que Peña II renunciara a su carácter incisivo, sino que seleccionó mejor y tuvo la posibilidad de cruzar ganchos y ejecutar paradas en situaciones de hegemonía.
De tal manera que el campeón del Manomanista quedó desdibujado del tapete. Apenas pudo deleitar al público que se acercó al Bizkaia –448 espectadores únicamente– con unos fogonazos de gloria. No fue el mismo que saltó la banca en el Parejas de 2023, pero tampoco el que asomó expeditivo e inspirado en las tres primeras jornadas del presente campeonato, al que llegaba en plena reconstrucción tras una crisis de identidad. A contrapelo, Elordi tuvo problemas para enseñar su catálogo de arabescos.
En esta tesitura, los de Baiko Pilota, que encajaron una derrota 22-11 el pasado sábado ante Laso-Aranguren, un dueto a priori más modesto, reponen oxígeno en la bombona. Por el momento, el zaguero está rayando a un gran nivel y están haciendo pareja. Es una buena señal. Su otra derrota llegó con un 22-21 ante los hasta este sábado invictos Jaka-Mariezkurrena II. Recordaron a la combinación que se ganó un hueco en la final de 2021.
Hubo emoción en los primeros compases, duros y peloteados. Hasta el 7 iguales se registraron otros cuatro abrazos más en el marcador. Los azules apretaron, buscaron pelota atrás y Elordi no entró. Se fueron 7-12. Mejoraron los de Aspe y en el 9-13 enlazaron tres cartones seguidos: un gancho al medio de Aitor, un saque y un gancho de Peña a la chapa. Ese fue el epílogo colorado. Albisu mandó un derechazo al rebote para finiquitar cualquier conato de revolución. Se registraban 473 pelotazos. En 76 más se cerraron los ocho tantos que quedaban a los Jon Ander. Cinco de ellos con la marca del delantero de Tolosa.