Ibai Pérez fue el termómetro de la final de la Liga Kutxabank de pala disputada este sábado en el frontón Bizkaia de Bilbao. El zaguero de Sestao es un muro, un cirujano. Volvió locos a Dan Necol, con una derecha poderosa pero inerme, y Asier del Río. Aupó a Román Maldonado en su primera final grande en la pala profesional. El de Venado Tuerto apunta alto. Ibai desactivó la diestra del delantero francés, obcecado en buscar el rebote con un material con menos chispa. El sestaoarra llevó 17 rebotes en todo el encuentro, dato que da buena muestra de su resistencia. Partisano. Necol se encontró con un frontis delante y otro detrás.

Con todo, los azules se embolsaron la txapela no sin sufrir. El zaguero vizcaino rompió una pala en el epílogo del tercer set de un partido encarrilado hasta entonces (4-10 y 2-10) y las hostilidades se volvieron coloradas. Necol y Del Río sellaron la tercera manga (10-8 en un parcial en el que se contabilizaron hasta ocho empates en el marcador) y se lanzaron a la yugular de los favoritos.

Necol-Del Río 4/2/10/10/1

Maldonado-Ibai 10/10/8/3/10



Duración: 74 minutos de juego.

Saques: 2 de Del Río y 2 de Ibai Pérez.

Faltas de saque: 1 de Del Río y 1 de Ibai Pérez.

Pelotazos: 690 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 11 de Necol, 16 de Maldonado y 3 de Ibai Pérez.

Errores: 7 de Necol, 12 de Del Río, 6 de Maldonado y 6 de Ibai Pérez.

Incidencias: Final de la Liga Kutxabank de pala disputada en el frontón Bizkaia de Bilbao. Unos 600 espectadores.

Una pala rota y 17 rebotes, camino a la gloria

Ibai no se hizo a la pala en el cuarto set y sufrió. Maldonado entró en barrena al intentar corregir el rumbo. Necol cautivó por la pared y Del Río aprovechó la coyuntura a favor de corriente. El delantero de Saint-Geours-de-Maremne, en su octava final consecutiva de la Liga Kutxabank, se iluminó a fogonazos en los sets colorados. El cuarto joko finalizó en un abrir y cerrar de ojos: 10-3 en apenas 53 pelotazos a buena. Duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio.

Si bien las dinámicas eran opuestas, la entrada de Ibai en el desempate marcó la pauta. Su zurda funcionó. Se amoldó a la pala. Un gigante. Si su comienzo fue un espectáculo técnico, recogiendo pelotas a bote corrido, mandando y metiendo; su final no fue menos espectacular. Maldonado creció. Juega paciente y cruza mucho con un empale eléctrico. Fueron demasiado para Necol-Del Río. 1-10 para cerrar. Txapela por Nochebuena.