Las finales son para ganarlas, no hay que mirar tanto si son bonitas o no. La verdad es que he comenzado un tanto nervioso, porque veía que Beñat no se oponía a la pelota e Irribarria le ha ayudado mucho. Se ha visto desde el principio que Irribarria y Rezusta han cargado todo el juego en Larunbe, que no ha empezado nada mal el partido, pero con el paso de los tantos ha fallado más de la cuenta. Han pegado mucho para atrás para evitar de todas las maneras posibles que Bengoetxea entrada en juego, porque se ha visto lo peligroso que es cuando le han dejado que la pelota fuera por sus dominios. No querían que Oinatz cogiera pelota. Es listo, a la mínima parada te mete rápido el tanto. Beñat ha protagonizado un recital, se le ha visto suelto. Se lo merecía. Yo me alegro mucho por él, porque el año pasado no pudo ganar por la lesión de Juan Martínez de Irujo. Han tenido que aguantar durante todo el campeonato que eran los favoritos, que iban a ganar el Parejas sin problemas y eso hay que administrarlo. Es complicado jugar todos los partidos con la sensación de que te tienes que llevar la txapela. Ya se ha visto cómo se ha comportado el material durante la final, creo que sobran las palabras después de tanta polémica, porque no ha pasado absolutamente nada.