tolosa - Bueno, hablemos de la mano ahora. ¿Qué le parece el repentino anuncio de Irujo sobre su enfermedad?
-Una noticia muy triste para el mundo de la pelota. Un contratiempo muy importante para las carteleras que estábamos acostumbrados a ver continuamente. Después de la época de Eugi y Beloki, junto a Aimar Olaizola, ha sido el referente máximo de la pelota a mano profesional de los últimos tiempos, un gran pelotari, con unos recursos técnicos y físicos impresionantes. Irujo es un tipo de pelotari que costará que salga en mucho tiempo. Le deseo lo mejor desde el aprecio y relación personal que tengo con él. Estoy seguro de que lo superará, como ha superado otras muchas situaciones en lo deportivo, ya que tiene detrás de él una gran familia que le puede servir de soporte.
Deja un vacío grande, pero es cierto que el futuro avista nuevas estrellas. Irribarria es un ejemplo. ¿Fue una sorpresa para usted?
-Una sorpresa relativa. La mayoría veíamos en él un gran pelotari que seguramente algún día sería campeón. No es casualidad ganar a tres campeones como Olaizola, Bengoetxea y Urrutikoetxea con la solvencia que lo hizo. Sus cualidades son indiscutibles, lo difícil es ponerlas todas a la vez en la cancha y gestionarlas en una final con 19 años. Esa tranquilidad que tiene traslada mucha seguridad.
Su irrupción, en todo caso, parece algo positivo para la pelota.
-Muy bueno para la pelota, porque lleva gente joven a los frontones. Zabaleta, Ezkurdia, Albisu... Esos pelotaris en torno a la veintena son el mejor reclamo para atraer a los jóvenes. Creo que la pelota puede aprovechar esta coyuntura y coger aire. Ahora mismo, en juveniles y cadetes, se ve que viene un grupo de pelotaris muy bueno.
¿La aparición de estas nuevas hornadas es casualidad o tiene truco?
-Evidentemente, puede haber épocas más o menos floridas, pero creo que ahora los clubes, en general, están trabajando muy bien y eso ha tenido mucho que ver. No es casualidad que ahora tengamos de la noche a la mañana media docena de pelotaris jóvenes de esa talla.
¿Cómo es ese día a día que no se ve?
-Pues tiene un mérito tremendo, porque es gente que trabaja sin cobrar, casi en todos los casos, y no solo se dedican a la formación deportiva, sino humana.
¿Ha cambiado algo en la forma de trabajar?
-Sobre todo en la seriedad. El trabajo diario y la seriedad son el secreto; y luego hay gente que ha sido pelotari y se está metiendo en esa labor y eso supone un impulso tremendo para la pelota.