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“Esta txapela es especial porque vengo de superar una lesión y de perder la final del año pasado”

Javier Urriza (Pamplona, 1981) consiguió el sábado su tercera txapela individual de remonte, lo que le convierte en el tercer pelotari más laureado de la historia del campeonato

“Esta txapela es especial porque vengo de superar una lesión y de perder la final del año pasado”

Pamplona - Solo Koteto Ezkurra, con once, y Matxin II, con cuatro, han ganado más txapelas individuales de remonte que Javier Urriza, que el sábado sumó la tercera a las que ya había logrado en 2012 y 2013. El pamplonés recuperó el cetro que perdió el pasado año a manos de Julen San Miguel, al que posteriormente la empresa Oriamendi 2010 no renovó su contrato por motivos disciplinarios. Al campeón le hizo especial ilusión regresar al primer escalón del podio porque entre noviembre y julio estuvo en el dique seco por culpa de una lesión en el tendón rotuliano de su rodilla derecha de la que se ha recuperado casi por completo. Pese a que las molestias continúan, el sábado pudo redondear un campeonato en el que ha ido de menos a más.

Urriza se estrenó en la liguilla de semifinales ante Barrenetxea IV, al que batió por 30-26 tras remontar una desventaja que llegó a ser de nueve tantos (5-14), y después mejoró sus prestaciones con sendas victorias contra Uterga (30-13) y Endika (30-16). La guinda la puso el sábado con un nuevo triunfo ante Uterga, aunque en esta ocasión algo más ajustado (30-20). Así volvió a ser campeón Urriza, un remontista que debutó como profesional en enero de 2007, ya con 25 años y después de haber completado una exitosa trayectoria como palista aficionado. Fue campeón del mundo en dos ocasiones (de paleta cuero en Pamplona 2002 y de pala corta en México 2006), pero probó con el remonte y apostó por una modalidad en la que se ha convertido en uno de sus referentes.

El pasado sábado ganó su tercera txapela individual. ¿Feliz?

-Sí, muy contento. La verdad es que me ha costado mucho. Tal y como iba el año, con el parón de la lesión, la verdad es que tenía el objetivo en mente, pero realmente no me lo planteaba. Llegué al campeonato muy justo y no las tenía todas conmigo, pero una vez conseguida la txapela estoy muy contento.

¿Sabe mejor así?

-Sabe diferente. Todas las txapelas son especiales. La primera fue muy bonita y ésta, con la connotación de la lesión... Además, tras haber perdido la final del año pasado, recuperar la txapela sienta muy bien.

¿Por qué tenía tantas dudas antes de empezar el torneo?

-Porque reaparecí el 4 de julio y, en los partidos de parejas, en cuanto forzaba notaba que la rodilla se me cargaba y el Campeonato Individual resulta muy exigente porque requiere carreras y esfuerzos importantes. Pese a que me dio tiempo a entrenar el saque, los rebotes y alguna otra situación del juego, llegué a la competición sin hacer prácticamente ningún entrenamiento específico de partido y no sabía cómo iba a responder mi cuerpo.

¿Le vino bien la propia competición para ponerse a tono?

-Desde luego. El primer día me costó muchísimo por las dudas y la tensión. Tuve el partido casi perdido, pero conseguí remontar (Urriza venció 30-24 a Barrenetxea IV después de voltear un 5-14 adverso). Los dos siguientes partidos jugué mucho mejor (batió a Uterga por 30-13 y a Endika por 30-16) y llegué a la final en mi mejor momento. Además, tuve la fortuna de poder ganarla.

¿Qué le ha pasado exactamente en la rodilla derecha?

-Que el año pasado en verano empecé a notar molestias. En un principio creía que era simplemente un golpe, pero el dolor fue a más y en noviembre vi que ya no aguantaba. Me hice una resonancia y el resultado fue que tenía una tendinitis en el rotuliano. Decidí parar pensando en estar de baja durante 15 días o un mes, pero, lejos de recuperarme, la rodilla me seguía doliendo cada vez más. Al final hemos ido probando varios tratamientos hasta que hemos conseguido una buena recuperación, aunque no del todo, porque la rodilla me sigue molestando y hay que seguir cuidándola.

Habla en plural. ¿Qué tratamientos ha probado y qué personas le han ayudado durante su lesión?

-En un principio fue simplemente parar, hielo y masaje. Lo típico. Luego estuve con el doctor De Pablos e hice un tratamiento de trabajo con el fisioterapeuta Jurdan Mendigutxia en Zentrum. Conseguí mejorar un poco, pero las molestias seguían ahí, así que terminé recurriendo a una terapia con plasma con el doctor Mikel Sánchez en Vitoria. A base de eso, y de seguir trabajando los ejercicios de Jurdan y gracias también a la preparación física con Miguel Ibáñez, al menos conseguí eliminar el dolor y poder jugar el campeonato, aunque la rodilla se me sigue cargando.

¿Le da miedo que le siga dando problemas en el futuro?

-Sí, porque si el tendón no se recupera bien... Cuando me hice la ecografía con el doctor Mikel Sánchez, la verdad es que se vio que la rodilla estaba más dañada de lo que creíamos. Al final, el tendón hay que recuperarlo bien y hay que trabajar físicamente para que no sufra.

¿Lo ha pasado mal?

-Para un deportista, estar lesionado es lo peor. Además, cuando piensas que no es una cosa muy importante y ves que se alarga, se alarga y se alarga, y pruebas, y te sigue doliendo... Hay veces que incluso piensas que no sabes si vas a volver a jugar. Te genera muchas dudas. Ha sido un proceso duro. Tanto la lesión como la recuperación, porque ponerse a tono con 33 años cuesta bastante. Ha habido momentos duros, pero todo merece la pena cuando consigues una txapela.

Un título que conquistó al derrotar a Xanti Uterga en la final del pasado sábado por 30-20. En la liguilla de semifinales también le ganó por 30-13. ¿Se parecieron en algo esos dos partidos?

-En que gané, nada más. Pero iba mentalizado. Sabía que Txibi (Uterga) iba a jugar mejor que en la liguilla. Sabía que iba a dar su verdadero nivel, que me iba a apretar muchísimo y que yo tenía que jugar muy bien si quería ganarle. Aunque al principio salió con un poco de tensión, me complicó muchísimo y me costó vencer.

Acumula ya tres txapelas individuales. ¿Cuál es su techo?

-Ahora solo pienso en recuperar bien la rodilla, cogerme unas buenas vacaciones y llegar el año que viene en buenas condiciones para poder luchar por la cuarta. Hace ilusión y es un privilegio que te comparen con otros pelotaris, incluso con algunos a los que ni siquiera he visto jugar, pero de momento solo pienso en luchar el año que viene por defender el título. Como dice Simeone, partido a partido. O en este caso, año a año.

Por comparar su caso con la situación del remonte: la modalidad ha sufrido en los últimos años una grave lesión de la que parece que se va recuperando. ¿Lo ve así?

-La verdad es que sí. Hemos pasado momentos difíciles y de incertidumbre, pero ahora, con el acuerdo al que se ha llegado con el Gobierno Vasco, tenemos un colchón muy importante de tres años y soy de la opinión de que en este tiempo hay que trabajar más que nunca para no tener que depender de nadie en el futuro y, sobre todo, para que la gente joven vea en el remonte una bonita modalidad para jugar. Es decir, que vaya saliendo gente nueva y que el remonte vaya cogiendo más pulmón. Que los jóvenes se enganchen, que vengan con sus padres, su familia... Esto es lo que mueve y llena los frontones y, con calidad y espectáculo, creo que la supervivencia del remonte estará prácticamente garantizada.