Duración 67 minutos.
Saques 3 de Olaizola II (tantos 4, 14 y 19) y 2 de Saralegi (tantos 4 y 8).
Faltas de saque 1 de Saralegi.
Pelotazos 366.
Tantos en juego 11 de Olaizola II y 11 de Saralegi.
Errores 5 de Olaizola II y 7 de Saralegi.
Marcador 0-4, 1-4, 1-5, 5-5, 5-10, 10-10, 10-12, 11-12, 11-13, 13-13, 15-13, 15-15, 16-15, 16-16, 16-18, 18-18 y 22-18.
Incidencias Eliminatoria de semifinales del Cuatro y Medio de la LEP.M disputada en el frontón Labrit. Casi lleno, con aproximadamente 900 espectadores. De salida se cantaron posturas de 100 a 20 favorables a Olaizola II. Ejercieron de botilleros Asier Olaizola (con su hermano Aimar) y Aratz Mendizabal (con Ekaitz Saralegi).
pamplona. Se cumplió el pronóstico y Aimar Olaizola sacó billete para la final del Cuatro y Medio de la LEP.M. Hasta aquí, todo normal. Pero no lo fue. Se presumía un triunfo holgado y sencillo del goizuetarra, pero su rival, Ekaitz Saralegi, lo convirtió en una sufrida victoria del pelotari más laureado de la modalidad. Es más, el delantero de Amezketa circuló con ventaja en el marcador durante gran parte de un encuentro que estuvo a punto de ganar (16-18), pero en el que Aimar, que exhibió un nivel muy alejado de su mejor versión, supo sufrir para, con una tacada final de seis tantos consecutivos, conquistar su triunfo más complicado en la jaula (22-18).
Todo apuntaba a que el menor de los hermanos Olaizola tenía el camino libre hasta la que el próximo 8 de diciembre (o cuando sea, ya que todavía no está claro que no haya algún otro aplazamiento) se convertirá en su séptima final del Cuatro y Medio de la LEP.M. Pero el comienzo no resultó nada halagüeño para el goizuetarra. Todo lo contrario. Saralegi saltó a la cancha con la templanza impropia de un pelotari que disputaba una semifinal por primera vez en sus 12 años de carrera profesional y de salida se labró una renta de cuatro tantos (0-4). No resultó más holgada porque el guipuzcoano cometió una falta de saque (1-4), pero no claudicó en su heroíco intento de sorprender al goizuetarra ni cuando Aimar niveló la contienda (5-5). Un nuevo arreón de Saralegi le proporcionó una ventaja todavía más suculenta que la anterior (5-10).
Aunque sin jugar bien, Olaizola II no se puso nervioso y volvió a empatar el partido (10-10), pero para entonces ambos pelotaris acumulaban ya una buena paliza de minutos y pelotazos. Con medio partido ya disputado, las opciones de Saralegi iban cobrando enteros. Y es que, cuando parecía que el amezketarra estaba a punto de claudicar en un partido de tan elevado desgaste, volvió a escaparse en el marcador (11-13).
Sin disfrutar, pero sin ponerse nervioso, Aimar volvió a nivelar la contienda (13-13), esta vez gracias a los errores de Saralegi, que comenzaba a acusar el cansancio acumulado. Si el goizuetarra había fallado antes (su error más claro se produjo cuando dejó botar una pelota delante de sus narices por pensar que iba a superar la raya del cuatro y medio), ahora era el turno del guipuzcoano. Además, el segundo tanto de saque de Aimar y un gancho en semifallo le colocaron por delante en el marcador por primera vez en toda la tarde (15-13).
Parecía que todo volvía a la normalidad. Al pronóstico dictado por la cátedra. Pero no fue así. Saralegi sabía que era su oportunidad, resurgió de sus cenizas y merced a un titánico esfuerzo se puso otra vez con ventaja (16-18). Pero resultó tan brutal su esfuerzo y tan enorme la paciencia de Aimar, que no le alcanzó para más. El goizuetarra vio las orejas al lobo y comenzó a jugar en largo. Con su pelota, alejó a Saralegi del frontis y también de su sueño de doblegar al hexacampeón. Con seis tantos seguidos, Olaizola II acabó con las ilusiones de un Saralegi sublime.