donostia. Dos monstruos se miden hoy en un coloso. El pelotari en activo con mejor palmarés, Aimar Olaizola, contra su más inmediato perseguidor, Juan Martínez de Irujo. El frontón Bizkaia de Bilbao, el escenario. El premio, la txapela del Manomanista de la LEP.M, cuya final estará protagonizada de nuevo por los mismos actores de hace un año. Entonces ganó el goizuetarra (22-7) para sumar su tercer entorchado en el torneo y acortar la ventaja del delantero de Ibero, que ya acumula cuatro trofeos del mano a mano. En resumen, que Aimar e Irujo se enfrentan esta tarde en su enésima batalla. La 33ª entre ambos en un campeonato de la Liga de Empresas desde que ambos son profesionales. La novena con una txapela de por medio. El clásico de la pelota a mano moderna.

El encuentro de esta tarde (17.30 horas, ETB 1) servirá para romper varios empates. O para propiciarlos. Hasta la fecha, el goizuetarra y el iberotarra se han enfrentado en ocho finales de torneos de la LEP.M, con un bagaje de cuatro triunfos para cada uno. La mitad de ellas se han producido en el mano a mano y la estadística revela que también en esta competición se han repartido las victorias a partes iguales (dos para cada uno). Así que el duelo de esta tarde decantará la balanza del lado de uno o de otro. Del ganador. Sin embargo, puede producirse un empate en la carrera honorífica por ser el pelotari en activo con más títulos (Aimar acumula once txapelas por las diez de Irujo) y también en la cantidad de entorchados en el Manomanista (Irujo ha ganado cuatro, uno más que Aimar). Muchos hitos para un partido que ha levantado una enorme expectación a pesar de ser un duelo repetido una y mil veces. Pero nadie se cansa. Ni los protagonistas ni el público, ya que, aunque con dificultades y a pesar de la crisis, se prevé que no quede libre ni una de las 3.000 localidades repartidas por la grada del colosal frontón Bizkaia del bilbaino barrio de Miribilla.

A pesar de que Aimar e Irujo han recorrido caminos similares hasta alcanzar la final, de que el menor de los hermanos Olaizola defiende la corona que conquistó hace un año y de que disputa la final del Manomanista de la LEP.M por tercera edición consecutiva, lo cierto es que la cátedra cantará de salida momios ligeramente favorables a Irujo. ¿Por qué? Tal vez por demostrar algo más de solvencia en sus dos compromisos anteriores (22-6 ante Beroiz y 22-13 ante Bengoetxea VI, mientras que Aimar pudo con Barriola por 22-16 y con Urrutikoetxea por 22-12). También por venir de ganar el Campeonato de Parejas en compañía de José Javier Zabaleta. Y también porque llega en una inmejorable condición física, algo de lo que Olaizola II no puede presumir, ya que la final se aplazó una semana debido a que el goizuetarra tuvo que atrasar antes su duelo de semifinales por tener la mano derecha lastimada. Sin embargo, en un enfrentamiento entre Aimar e Irujo todo es posible. Desde el 22-7 favorable al goizuetarra en la final del año pasado hasta el 22-1 que le endosó el delantero de Ibero en la liguilla de semifinales de hace nueve años.

Material vivo Si los duelos entre Aimar e Irujo esconden siempre algo especial, el de esta tarde se presenta todavía más interesante por tratarse de una final y también por la polémica generada en torno al material durante todo el campeonato. Y es que se ha hablado, y mucho, de los cueros con los que se han disputado muchos de los choques del torneo, y la trascendencia del asunto ha ido en aumento conforme se acercaba la fecha de la final. El punto culminante llegó el pasado jueves durante una elección de material en la que, casi sin proponérselo, los protagonistas del encuentro acabaron haciendo referencias más o menos claras al material que emplearán para pelear por la txapela. Mientras Aimar Olaizola repitió un discurso que ya había ofrecido en ocasiones anteriores en el que tildó de "excesivo" el material empleado en algunos encuentros del mano a mano, su hermano y botillero Asier se mostró más explícito al afirmar que "las pelotas de Irujo salen una barbaridad de frontis". Encontraron ambos respuesta en Irujo, que denunció "una campaña contra la pelota que empleé ante Bengoetxea VI" y reveló que Aimar había escogido para la final el cuero "más vivo" que había en el cestaño. El delantero de Ibero encontró el refrendo de su botillero, Patxi Eugi, y fue este el instante en el que comenzó la final.

Sin embargo, el partido de verdad se juega hoy en la cancha del frontón Bizkaia de Bilbao. Aimar, campeón y defensor del título, contra Irujo, tetracampeón de la modalidad reconvertido ahora en aspirante. Un duelo entre dos monstruos. Una batalla más de la guerra deportiva entre dos pelotaris que ya son leyenda. Un combate entre dos hombres que persiguen los hitos del mejor especialista de la historia. Aunque lejos de Julián Retegui, Aimar e Irujo se siguen acercando.