Delantero de Asegarce

donostia. Aimar Olaizola sufrió más de lo que refleja el resultado de su semifinal (22-12) para derrotar a Mikel Urrutikoetxea y clasificarse para su octava final del mano a mano. El delantero de Goizueta explicó al término del choque que la clave de su victoria estuvo en que, "de mitad de partido en adelante, físicamente he estado mejor que mi rival". Y es que el choque resultó bastante largo (casi una hora de duración) y peloteado (251). El goizuetarra añadió que "lo más importante es que me he clasificado para la final", palabras que brotaron para restar importancia a su imperial palmarés. Le costó ganar al menor de los hermanos Olaizola, que se quedó satisfecho con su rendimiento. "Estoy contento porque, además de ganar, he jugado bien". A su juicio, otra de las claves del partido llegó tras el empate a seis. "A partir de ahí he cogido algo de ventaja y luego he jugado algo más cómodo".

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