Argumentario. Viendo a los inquilinos de Génova saludarse y besuquearse, tan bronceados, alegres, relajados, sonrientes y elegantes, pero con un toque informal; ellas, con la tez morena y el cabello rubio, guapas, porque las hembras de la derechona siempre lo han sido, es una cuestión genética y de alimentación, cuesta creer que hayan estado muy preocupados por la inminente ruptura de España por la financiación asimétrica e insolidaria de Cataluña y la crisis migratoria.
Será el argumentario de septiembre de las huestes populares, con el que nos darán la barrila hasta el cambio de tercio. Con ese panorama tan aburrido, he optado por dedicar la primera homilía del curso que ahora empieza a temas de enjundia.
Deba
Celebró dos exitosas novilladas sin picar, con sus correspondientes encierros por las calles, hace un par de semanas. Silencio en los medios de comunicación públicos.
También el respetable homenajeó a su paisano, el banderillero José Ventura de Laca, El Marinero, fallecido el 2 de agosto de 1846, a consecuencia de la cogida sufrida la víspera en Azpeitia, escuchando respetuosamente el célebre Zortziko fúnebre del maestro Aldalur, interpretado por la banda de Deba.
Zestoa
Celebran dos festejos, documentados desde 1670, esta semana, en los que se lidian erales –toretes de dos a tres años–, sin caballos, en su plaza mayor, de irregular arquitectura, con unas talanqueras granas, de madera, todo un símbolo local, que se utilizan como barrera, su empinado graderío soportado en las recias paredes del Consistorio, en cuyo balcón se instala la presidencia. Al fondo, los chiqueros; a su derecha, la grada del mítico bar Koiote, el lugar para la Banda de Música
Además, sus gobernantes, de la misma coalición que en Pamplona y Azpeitia, promovieron en la villa balnearia un referéndum en 2012 para pulsar la opinión del vecindario sobre la continuidad de la tradición y, con una participación del 50,5%, el 63,99% (963 votos) apoyó la celebración de festejos taurinos, y el 36,01% votó en contra. Y así, hasta ahora. El Ayuntamiento colabora, pero no participa. Incluso contraprograma otras actividades festivas. Vale, así hay para todos y no nos estorbamos mutuamente.
‘Cocherito’
Hace unos días, mi amigo Xabier Unanue, estudioso de las historias, del bertsolarismo y de su Zestoa natal, enredando entre los documentos que se custodian en la Fundación Sancho el Sabio de Vitoria-Gasteiz, donde tiene una buena “antena”, me hacía llegar un cartel de los festejos correspondientes a las fiestas de 1898, cuando los ediles zestoarras, ajenos a lo que ocurriría dos meses después con la firma del Tratado de París y la pérdida para siempre, de Cuba y Filipinas, organizaban las fiestas para sus vecinos y la distinguida colonia de veraneantes que acudía a tomar las aguas.
Se anunciaban cuatro erales de la antigua y muy acreditada ganadería de Don Fernando Pérez, de Salamanca, y dos de la no menos afamada de San Nicolás de Lastur, antes de los Sres. Ciolar y Acain, de cuyos toros, los tres primeros después de capeados y banderilleados, serán vueltos al corral, y el cuarto, de Salamanca, muerto a estoque por el arrojado, inteligente y simpático matador de toros Gastor (sic) Ibarra, Cocherito de Bilbao. Finalizada la lidia, se soltaría un novillo para los aficionados que gustasen torearlo.
Sin embargo, algunos autores sostienen que el bilbaíno Cástor Jaureguibeitia Ibarra, Cocherito, al poner un par de garapullos en Azpeitia, el 1 de agosto de 1898, sufrió una grave cogida en la ingle que le mantuvo alejado de los ruedos dos meses y que motivó que se cayera del cartel zestoarra, lo que no quita valor al descubrimiento de Unanue y su colaboradora. Su recuperación transcurrió en el hospicio bilbaino, enseñando a leer a los niños. Reapareció en el ruedo bilbaino, el 13 de mayo de 1900.
‘Amparito roca’
Media hora antes de que la octogenaria presidenta del festejo, Mari Ángeles Izeta, saque el pañuelo blanco dando inicio del festejo y haga su aparición en el coso el astado, la banda municipal interpretará en los bajos de la Casa Consistorial, el pasodoble que el compositor barcelonés, que fuera director de la banda de Barakaldo, donde murió en 1957, dedicó a una de sus alumnas y que, vecindario y forasteros, escuchamos con emoción, como si del himno oficioso de la localidad se tratara. Ignoro los motivos que han hecho que esta pieza trascienda a los pies del Izarraitz.
Y en el ambiente flotará aquel bertso que Uztapide cantó en Lastur y que nos recordaba hace unos años Juan Luis Bikuña, de tan grato recuerdo, escritor y periodista de ETB que en 1983 presentó el primer Teleberri: “…adituko zenduten Lasturko zezenak ez dirade izaten ganadu zuzenak. Ez izanagatikan mardul da gizenak ikaratutzen gaitu horien izenak, hoien berri nahiz jakin honuntz gatozenak”.
Santa colomas
No será el peligroso ganado de Lastur. Ni siquiera el de la ganadería de bravo –Albara– que, el joven veterinario zumaiarra Asier Albite tiene en el caserío Potzualde del zestoarra barrio de Endoia, ladera de Izarraitz
Serán los novillos, encaste Santa Coloma, de la acreditada ganadería del veterinario, periodista y escritor Adolfo Rodríguez Montesinos, de Oropesa (Toledo), los que el viernes 6 de septiembre serán lidiados y muertos a estoque por Ortiz de Velasco, alumno distinguido de la Escuela Taurina de Palencia; y el domingo 8 por Sergio Rollón, de la Escuela Taurina Fundación El Juli.
Asteasu
La recoleta localidad rural, celebrará el próximo domingo 8 de septiembre, día grande en muchas localidades guipuzcoanas, su tradicional exposición de ganado, con ambiente festivo, mercado artesanal, degustación de ternero asado, exhibiciones de productos del campo, deportes rurales y ambiente festivo durante toda la jornada. Merece la pena una visita.
Hoy domingo
Salpicón de langostinos. Carrilleras de ternera con salsa de vino tinto. Melón y fresas. Café. Petits fours. Tinto Solagüen y agua del Añarbe.