El pasado viernes 7 de agosto militantes independientes de Geroa Bai de indiscutible peso político dentro de la coalición, con Uxue Barkos a la cabeza, anunciaron la inminente puesta en marcha de un nuevo partido Geroa Sozialberdeak para refortalecer la coalición. Este proyecto, según sus promotores, que ha iniciado los trámites para constituirse como tal, se autodefine de "ideología socialverde, de ámbito navarro y vocación europeísta".

En la actualidad, dentro de Geroa Bai cohabitan dos partidos políticos (PNV y Atarrabia Taldea) y una asociación (Zabaltzen), además de los denominados no adscritos (donde figuran quienes quieren ser de Geroa Bai pero no de ninguno de los dos partidos que la integran) y los independientes. Sin duda, la opción electoral verde en los últimos años está obteniendo un importante rédito electoral en diversos países del centro de Europa, aunque no es el caso de los países mediterráneos del sur de Europa. En este sentido, cabe destacar que Europa Ecología Los Verdes (EELV) tiñó el mapa francés de verde en la segunda vuelta de las elecciones municipales celebradas el pasado 28 de junio, consolidándose como una fuerza muy importante en el mapa político de Francia.

Si hasta no hace mucho eran solo un partido bisagra allí donde las coaliciones progresistas necesitaban su apoyo, en las europeas del 2019 EELV dio un salto cualitativo convirtiéndose en la tercera fuerza más votada, por delante de la derecha, con el 13% de los votos. Una clave de su triunfo estuvo también en los pactos alcanzados con el Partido Socialista, que de paso ha permitido a los socialistas mantener sus feudos de París, Nantes, Rennes, Dijon, Le Mans, Nancy, Montpellier e incluso Lille.

El Covid-19 ha sido un anticipo de lo que puede pasar con la crisis climática y da la impresión de que las y los ciudadanos del Estado francés se dieron cuenta de que el medio ambiente y la ecología son aspectos vitales a tener en cuenta de ahora en adelante. Sin duda, se trata, de un importante giro político, que se ha acelerado con la epidemia de coronavirus y el periodo de confinamiento, en el que muchas y muchos franceses consideraron de mucha importancia contar con los espacios públicos seguros, con otro modelo de movilidad que cuestione las prioridades que ha tenido hasta ahora la movilidad motorizada, con un comercio de proximidad que te permita consumir productos de la zona, y con unos entornos urbanos saludables en los que la naturaleza esté mucho más presente.

De todas formas, los resultados obtenidos por las candidaturas verdes y ecologistas en la segunda vuelta de las elecciones francesas en Francia, es la continuación de las obtenidas en las Elecciones al Parlamento Europeo del 26 de mayo de 2019, en ese país vecino y en otros estados de Europa. Entonces, los Verdes llegaron a los 70 escaños, a nivel de la UE. La ola verde consiguió el segundo puesto en Alemania, solo por detrás de la formación de la actual canciller, Angela Merkel, y escaló hasta el tercer puesto en una Francia dividida entre la extrema derecha y el centrismo de Emmanuel Macron. En Reino Unido, el partido verde superó al partido conservador y se quedó en cuarta posición, justo detrás de los laboristas con más de un 12% de los votos. En Irlanda, el partido verde, que hasta entonces no había tenido representación, entró también con fuerza y empató con Izquierda Comunitaria Europea en la segunda posición, con el 15% de los votos. Los verdes también crecieron en Bélgica y Luxemburgo y entraron con denominación propia en Portugal.

Los Verdes son una familia no del todo uniforme, con rasgos ideológicos levemente diferentes según los países, y en muchos casos bastante pragmáticos como para establecer alianzas también con partidos de corte liberal o conservador.

Pero quizás su afinidad más natural sigue siendo con la socialdemocracia, y la interrelación entre ambas será probablemente una de las claves de lectura más importantes de la política europea de los próximos años. Los Verdes no terminan de despegar en países, como los mediterráneos del sur, que es el caso del Estado español, donde el único eurodiputado verde que salió elegido en las Elecciones europeas del 26 de mayo de 2019, fue Ernest Urtasun, de Iniciativa per Catalunya, que integró la confluencia de Unidas Podemos Cambiar Europa. Los analistas políticos coinciden en que la principal diferencia entre los países mediterráneos, donde Los Verdes apenas han conseguido representantes, y los países del norte, es una diferente cultura política. La crisis climática parece que ha estado más presente en la agenda política en el oeste y el norte de Europa.

La situación de Los Verdes en el caso del Estado español es muy diferente. Ha habido muchos intentos de crear un Partido Verde, pero hay que esperar a 2011, en el que tras un proceso de aglutinamiento de los partidos verdes existentes en el Estado español, surge Equo como articulador de las grupos existentes, al que se unieron personas destacadas del movimiento ecologista, como el propio Juan López de Uralde, hasta entonces director de Greenpeace, y hoy diputado por Álava (Unidas Podemos), u otras gentes, deseosas de construir un partido verde fuerte y unido que diera respuestas a los problemas ambientales, además de otros. Posteriormente, se da la irrupción de Podemos en un espacio susceptible de haber sido ocupado por un partido verde, y en el que se integró Equo, pero que posteriormente salió, alcanzando un acuerdo con Más País, encabezado por Íñigo Errejón, para presentarse juntos a las elecciones generales del pasado 10 de noviembre, y cuyos resultados electorales fueron más bien discretos, con tres diputados, que incluye a Més Compromís.

También tenemos el caso de las elecciones vascas celebradas el pasado 12 de julio, donde concurrió el partido Equo Berdeak, que forma parte del Partido Verde Europeo. Con Joserra Becerra a la cabeza, que había sido parlamentario en la pasada legislatura, pero formando parte de la coalición Elkarrekin Podemos, la formación verde vasca no obtuvo ninguna representación parlamentaria, y sólo 11.616 votos (el 1,30% de los emitidos), un resultado muy similar al obtenido hace ocho años, en 2016, con 11.625 papeletas, con Aitor Urresti. El voto verde y ecologista fue a parar sobre todo a EH Bildu, y en menor medida a Elkarrekin Podemos.

Ahora, en el caso de Navarra, militantes independientes de Geroa Bai de indiscutible peso político dentro de la coalición, han dado el paso en constituirse como un partido socialverde.

El hecho de que no haya existido un partido verde con la fuerza electoral y base social que han tenido en otros países de Europa, como tal no quiere decir que ese espacio político no exista en las diversas comunidades del Estado español. Los desafíos medioambientales están creciendo en toda Europa y, por tanto, las reflexiones acerca de ellos también, lo que significa que ese espacio político existe y probablemente tenderá a crecer. Hoy, el "voto verde" se divide entre diversas fuerzas políticas de izquierda, y también progresistas como puede ser el caso de los sectores independientes de Gero Bai, pero, ¿se mantendrá así?