in casi darnos cuenta, sin tiempo aún para desintoxicarnos de una exigente y apretada temporada pasada que tantas alegrías nos deparó, con las fases finales de la Eurocopa y de la Copa América disputándose, la Real ya está de vuelta. El lunes echó a rodar el balón en Zubieta con el inicio de la pretemporada de su filial, de la mano de Xabi Alonso, y mañana le toca el turno al primer equipo. Imanol, que esperemos que haya recargado suficientemente las pilas para que continúe con la misma ambición demostrada hasta ahora, tendrá 23 jugadores a su disposición. Todos salvo los internacionales Isak, Oyarzabal, Merino, Zubimendi y Sagnan (buen escaparate pueden ser los Juegos Olímpicos para que algún club ponga sus ojos en el central galo después de que al técnico oriotarra no le haya convencido). Razón por la que la preocupación se cierne sobre el escaso descanso de dos de sus estrellas, el sueco y el eibartarra; el segundo capitán solo dispuso de una semana de vacaciones y tras la Eurocopa afronta unos JJOO en Japón cuya final está fijada para el 6 de agosto. Es decir, apenas podrá preparar el primer compromiso liguero, que se celebrará el 15 de agosto. Pero es el precio que tiene que pagar un futbolista de la talla de Mikel, anoche titular. Eso sí, en Zubieta le esperarán con las puertas abiertas de par en par.