aya, pues resulta que no era tan mala idea la estrategia del Gobierno Vasco de guardar vacunas para asegurar que el 100% de los mayores que reciben su primera dosis tengan la segunda en la fecha exacta que los estudios dicen que hay que administrarla. Y eso, pese a las críticas de la oposición y algunos titulares que le han intentado azotar. La última en coger la antorcha fue ayer la secretaria general del PP vasco, Laura Garrido, poco antes de que la farmacéutica Pfizer reconociera (a esto se le llama fastidiarle un titular) que se va a producir una importante reducción "temporal" en el suministro de vacunas a Europa que conllevará que no lleguen todas a las que se habían comprometido en la fecha prevista y que intentará compensar más adelante, cuando aumenten la producción de vacunas. Por de pronto, y tras la alerta lanzada por el Gobierno de Noruega, la farmacéutica ha calculado que a los próximos envíos les faltará en torno al 20% de las vacunas comprometidas, lo que pone en apuros a los gobiernos que no han reservado ninguna confiando ciegamente en el destino. No es el caso, afortunadamente, del Gobierno Vasco que ha sido precavido y ahora, tras las críticas, se convierte en el modelo a seguir dejando claro que Gobierno precavido vale por dos... y por las dos dosis de vacunas en sus plazos exactos.