o mejor que nos puede ocurrir este año es que se acabe y confiar en que el próximo traerá la vacuna que inmunizará a la población y la rescatará de esta pesadilla. Mientras tanto, limpieza de manos, mascarilla, distancia física y cumplimiento de las restricciones que tocan en cada momento y que, en estos momentos, tienen a la hostelería cerrada, con todo el impacto que eso supone para el tono vital de nuestras ciudades y pueblos. La próxima semana, este periódico cumple sus primeros quince años de vida, una cifra importante para un diario joven como el nuestro, que nació en vísperas de la crisis subprime, que tuvo la suerte de dar la noticia más importante para este país en décadas, como fue el final de la violencia, y que sufre como el resto de la sociedad los rigores de esta distopía vírica. Por eso me gustaría aprovechar esta columna para enviar un mensaje de ánimo y solidaridad al sector hostelero guipuzcoano, frustrado por una inactividad forzada y bajo la incertidumbre de cuándo y cómo será su desescalada y quién llegará a ella. En NOTICIAS DE GIPUZKOA nos acordamos mucho de nuestros bares y tabernas, donde el trabajo que hacemos se ofrece a los clientes para que les acompañe durante ese primer café, el pincho del mediodía o la cerveza reparadora tras la dura jornada laboral. En una época en la que lo digital avanza de manera imparable, la hostelería es refugio de un modelo de informarse que todavía resiste.