a vida siempre ha venido sin libro de instrucciones. Hasta ahora. Esta pandemia que nos está tocado vivir ha requerido de unos cuantos libros de instrucciones que han ido engordando y cambiando desde marzo al verano, cuando creíamos que habíamos vencido al bicho, y ahora, vuelta a empezar. Los periódicos hoy son más necesarios que nunca porque permiten llevar recortaditas y bien dobladas en el bolsillo las cosas que se pueden y no hacer. Entre lo que tardan los del teléfono móvil en desbloquear la pantalla y hacer la búsqueda, tú ya tienes el resultado en la mano y además con información de fiar, no sacada del que ha oído que a uno que conoce un amigo le han dicho que a otro le han multado por hablar demasiado alto en el bus. Porque, aunque el propio sector ha recomendado que se pida viajar en silencio, por aquí de momento no se va a implantar la medida para que no acabe de parecernos que estamos inmersos en una peli de terror, sobre todo ahora que la Semana de Terror (la de cine, se entiende) ha terminado. De momento, a partir de hoy, los comercios y el ocio cierran a las nueve, el toque de queda llega a las diez, no habrá autobuses ni trenes después de las diez y media, los bares y restaurantes permanecerán cerrados todo el día y hasta han prohibido las palomitas en el cine.