SÍ, seguro que, como se albrician (casi) todos los titulares, la de ayer en las Cortes fue una “foto inédita”. Técnicamente, es rigurosamente cierto que no hemos visto hasta ahora una instantánea en la que aparecieran junto a Pedro Sánchez y su fiel fontanero Santos Cerdán los portavoces de EH Bildu en el Congreso y en el Senado, Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta, respectivamente. Otra cosa es que, a estas alturas del serial, esa imagen esté ampliamente amortizada y resulte todo menos soprendente. Pura normalidad que, por lo demás, muestra la relación mejor engrasada del PSOE con cualquiera de sus posibles socios de investidura. Así como hasta Sumar salió del contacto protocolario sin asegurar su respaldo -manda narices-, la coalición soberanista volvió a repetir lo que lleva diciendo desde la misma noche del 23 de julio: que Sánchez cuenta con sus seis votos a cambio de absolutamente nada. La que se lía si otro partido vasco que yo me sé regala su apoyo por la jeró. Ventajas de ser caballito blanco. O blanqueado.

Nogueras La otra foto del viernes dio para menos todavía. Miriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, salió del encuentro usando el sobeteado comodín del “todavía está muy lejos el acuerdo”. Ni por casualidad esperábamos que quien no alcanza a ser más que una recadera fuera la que diese cuenta al mundo de la gran noticia. Eso solo lo puede hacer el mero-mero en persona, y Carles Puigdemont se reserva para un momento más propicio. Como poco, tras la conversación personal (seguramente por teléfono) que ayer medio anunció Pedro Sánchez bajo la fórmula evanescente del “no descarto”. Para eso tendremos que esperar otra semana o dos. Todavía nos quedan más de 40 días para que venza el plazo final. Al baloncestita sánchez, ya saben, le gusta lanzar el último triple sobre la bocina. Y no le va mal.

Kitchen Mientras, en una esquinita de la actualidad, el lento juez García Castellón por fin ha enviado a juicio al ministro de Interior de Rajoy Jorge Fernández Díaz como presunto cerebro de la trama Kitchen. La fiscalía anticorrupción pide para él 15 años de cárcel por instigar un operativo para robar información sensible del domicilio del extesorero del PP Bárcenas. Que hagan peli.