Lapa de la política que se resiste a desalojar la roca de la que lleva chupando unos años en lo económico pero, sobre todo, en ego: Me debato entre celebrar o lamentar que el ministerio español de Interior haya mandado al guano el registro de ese partidillo con un logotipo que plagia el de una marca de zapatos al tiempo que hace un burdo guiño al partido republicano de Estados Unidos. Está bien que le bajen los humos y el ansia de dar la nota, pero, por otro lado, los cuatro o cinco votos que hubiera sido capaz de rascar se quedarán en la derecha ultramontana. Algún día nos contará, por cierto, de dónde saca para tanto como destaca. Porque su vicio de figurar es muy caro y alguien se lo ha tenido que financiar. ¿Quién o quiénes? Ojalá lo sepamos.