Las listas de EH Bildu - Hasta la AVT, la asociación oficialista de víctimas de ETA y una de las más belicosas, ha concluido que cada uno de los 44 condenados (teóricamente) por terrorismo que van en las listas de EH Bildu tienen cumplidos sus respectivos periodos de inhabilitación. Eso no va a evitar que la cuestión centre artificialmente la campaña. La prueba del algodón es que Pedro Sánchez, que en el primer bote quiso escabullirse de la denuncia de Covite, ha tenido que soltar un par de frases al respecto. “Hay cosas que pueden ser legales, pero no son decentes y esta es una de ellas. Lo único que pueden aportar esas personas es un mensaje de perdón, reparación y arrepentimiento”, dijo el presidente del Gobierno español en Washington, después de reunirse con Joe Biden. El asunto le ha empañado la foto.

Feijóo no se priva - Al quite y con indisimulada delectación, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, replicó en un bolo de su partido en Getafe, con tuteo chulesco incluido: “Va el presidente y dice que lo que hace Bildu es indecente. No hombre no, de Bildu nadie puede esperar nada. Lo indecente es que tú, Sánchez, pactes con ellos”. Pueden apostar a que la matraca va estar presente en la refriega hasta el último día de campaña.

Esparza, de carril - Y uno de los que se aferrará a ese clavo ardiendo será el líder de la menguante UPN, Javier Esparza, que ayer sobreactuó en Berrioplano, señalando con el dedo acusador a la candidata del PSN a la reelección como presidenta: “Será todo lo legal que quieran decir el PSN y María Chivite para justificar sus acuerdos con EH Bildu y para intentar lavar sus conciencias, pero es una vergüenza para la sociedad navarra y para la sociedad española y una degradación moral”.

Cangrejos, abejas y avispas - El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, tiró de metáforas animales en uno de sus mítines de ayer. Primero, previno a sus votantes sobre quienes propugnan lo que él llamó “el cambio del cangrejo, el que nos llevaría hacia atrás”. Por si quedaban dudas sobre a qué formación se refería, todo se aclaró en la siguiente analogía, en la que los jeltzales se identificaban con las abejas frente a las avispas de EH Bildu. He aquí las dos principales diferencias: “Las abejas son fundamentalmente sociables y se dedican a producir miel con el polen del que se alimentan y pican solo en defensa propia y mueren al hacerlo; y las avispas, aunque parecen más atractivas físicamente, son depredadoras, pueden picar cuanto quieren y su carácter es más bien agresivo y, además, no producen nada, solo escozor”.