Encuestas arrojadizas

– Como no se me dan nada bien las profecías, no me atrevo a vaticinar ahora mismo si, cuando llegue la hora de la verdad, Sumar será el fiasco del siglo o desbordará las urnas con sus papeletas. Lo que sí tengo claro es que hasta que llegue ese momento, tenemos entretenimiento asegurado. La prueba es que, diez días después de la presentación oficial del proyecto de Yolanda Díaz, el asunto sigue dando mucho de qué hablar entre los editorialistas y columneros de todos los credos, e incluso en algunos descreídos, como este que suscribe. Y ya no se trata sólo de piezas de opinión a favor, en contra o ni lo uno ni lo otro. El fenómeno ha provocado otro tipo de movimientos, como la publicación de encuestas arrojadizas trufadas de avisos a navegantes y cargas de profundidad. La demoscopia, sobre todo, la que se hace para ser difundida, no es inocente.

Mensaje al PSOE

– Lo vimos el lunes, cuando cada uno de los tres sondeos aventados por sendos medios de cobertura estatal arrimaba el ascua claramente a su sardina… incluso a la hora de preguntar o no por la nueva plataforma. Así, las cabeceras de la Prisa tradicional (El País y Ser) no veían a la izquierda del PSOE otra marca que Unidas Podemos, a la que atribuían unos ramplones 31 escaños. La curiosa lectura en ese caso era que Sánchez recuperaba fuelle gracias a la fallida moción de Vox. Más sibilino, el diario La Razón, que disparaba al PP de Feijóo hasta los 144 asientos, presentaba a la formación recién nacida comiéndose a Podemos con patatas: 30 escaños para Díaz y 4 para Belarra/Montero. Pero el verdadero hilado fino era el de El Mundo, que también otorgaba un resultado aplastante de Sumar sobre Podemos (35 frente a 8), pero que dirigía el tiro a Ferraz y La Moncloa. “Díaz hunde a Sánchez”, era el titular de portada, completado en el interior con sesudos análisis que concluían que el verdadero perjudicado por una hipotética candidatura encabezada por la vicepresidenta segunda sería el PSOE.

¿Sumar beneficia al PP?

– Estando, como poco, a siete meses de las elecciones generales, todos estos números son ejercicios de onanismo mental. Mucho más, cuando a la vuelta de la esquina, el 28 de mayo, hay otra cita con las urnas cuyo resultado puede determinar todo lo que venga después. Si las listas de la izquierda alternativa al PSOE salen malparadas, parece evidente que las y los líderes de ese espacio tendrán que reflexionar y, por mal que se lleven, reorientar la estrategia. Con todo, el mensaje de la derecha mediática ya está lanzado: paradójicamente, el éxito de Sumar cimentará la victoria del PP.