JOVENCÍSIMA y, en consecuencia, nada reflexiva estrella del balompié: Me entero de que ha cerrado sus cuentas en las redes sociales ante la avalancha de insultos recibidos tras su actuación en el partido que supuso que su equipo no accediera a la final de Copa. No dudo de la extrema y gratuita dureza de buena parte de los calificativos que le dedicaban algunos de los mismos (no pase esto por alto) que otras veces lo glosan como si fuera una mezcla de Pelé, Cruyff y Messi. Se entiende que se sienta afectado. Pero, oiga, vaya acostumbrándose a estas garruladas infames de los más cenutrios de la parroquia porque cobra -y muy bien- como profesional de la cosa pelotera y debería empezar a hacerse cargo de que, aunque no sea justo, entran en el sueldo.