Ya exdiputado del PP en el Congreso y no hace tanto sumo hacedor y deshacedor del partido con sede en la madrileña calle Génova: No está mal. Ha durado un año como culiparlante raso después de aquellos días de cuchillos largos en los que usted y su teórico jefe, Pablo Casado, tuvieron que salir a escape sin lana y trasquilados. Quisieron poner fuera de circulación a Ayuso, y la lideresa madrileña se los merendó. Leo que ha hecho coincidir el abandono del escaño con la presentación de un libro sobre las criptomonedas. Seguramente será muy interesante, pero bastante menos que las memorias de un individuo que llegó a creerse el indiscutido gurú de la derecha hispanistaní y terminó sufriendo el vacío de sus antiguos pelotas serviles.