¿Por qué le sigue gustando este oficio a pesar de todos los pesares?

Porque en estos momentos en los que recibimos tanta información y que muchas veces funcionamos a golpe de titular, nuestro papel como periodistas debe ser el de canalizar esa información, contrastarla y traducirla. Es lo que me gusta de esta profesión, poder ser realmente útil.

¿Y por qué la radio, precisamente?

Porque es inmediata, espontánea y porque te permite una interacción directa con los oyentes. También porque permite a la ciudadanía escuchar a los protagonistas directamente con su manera de expresarse que a veces dice más que el contenido de su discurso.

Ha conocido todas las etapas de Onda Vasca, ¿qué ve si mira hacia atrás?

Una evolución vertiginosa de la que, sinceramente, no soy consciente hasta que me paro a pensarlo. Hemos crecido tanto... pero me quedo con algo que nos define. Onda Vasca es una familia, con sus más y sus menos pero tenemos claro que el trabajo de cada uno sería imposible sin el trabajo del que tiene al lado.

¿Y si mira al aquí y ahora?

Pues veo una radio muy viva, en constante evolución y adaptación a los nuevos tiempos y que busca sobre todo la cercanía con quien nos escucha.

¿Cuál es el arma para competir en lo informativo con cadenas que disponen de muchos más medios?

Ofrecer algo diferente, nuestro sello, ofrecer más espacio gracias a que no somos una delegación dentro de una cadena, crear un producto especial. Somos capaces de improvisar y cambiar la programación de un momento a otro si es necesario. ¿Cómo? Pues gracias al equipo de esta emisora que es nuestra mejor arma.

Cuando se sienta frente al micrófono, ¿qué imagina que hay al otro lado?

Me imagino a mi familia, a mis amigos, a la gente que está yendo a trabajar o a casa y pone la radio para saber qué ha pasado en Euskadi y en el mundo.

Ahora los oyentes no son seres pasivos. Actúan al segundo. ¿Le da vértigo?

Para nada. Todo lo contrario. Es un estímulo y lo mejor para saber qué les preocupa, qué les interesa y si hemos conseguido explicarlo bien.

¿Percibe que ha cambiado en algo el interés informativo de la audiencia?

Creo que la audiencia quiere estar informada pero también entretenerse y que cada vez es más selectiva respecto a lo que le interesa y lo que no.

¿Cuántas vueltas tiene que darle a la elección de las noticias y el orden en que las contará?

Depende del día. Hay veces que nos olvidamos de salir de esta burbuja en la que estamos los políticos y los periodistas y vamos con cuestiones que al común de los mortales no le importan en absoluto. Así que siempre busco destacar aquello que nos toca más de cerca y que realmente necesitamos saber.

¿Qué tiene que pasar para que salga satisfecha del estudio?

Uno de mis defectos es que hablo rápido, así que es una batalla personal y diaria para mí. Pero la mayor satisfacción es que haya podido transmitir con mis palabras lo que tengo en la cabeza y que mi trabajo haya servido para que quien escucha haya entendido mejor lo que pasa a su alrededor.